Lo bueno y lo malo del Plan Paz Colombia de EE.UU.

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Aunque el presidente Juan Manuel Santos catalogó su reciente visita a Washington como la más fructífera para Colombia en las últimas dos décadas, no todo fue color de rosa. Abundaron críticas al proceso de paz, se notó la polarización en torno al tema y no faltaron cuestionamientos al modelo de intervención extranjera.

También hubo victorias para el Gobierno, que son inocultables. Víctor G. Ricardo, exAlto Comisionado para la Paz, le contó a EL COLOMBIANO que “fue bueno que se estructuró un nuevo plan para la paz, en el que E.U. nos seguirá acompañando. Colombia tuvo dos días de prensa mundial, que ayudan a mostrar su cara positiva”.

Precisó que en el plan Paz Colombia deben tener prioridad la justicia y los derechos humanos, y que hay que “tener muy claro que aunque habrá presupuesto norteamericano, la mayoría del dinero vendrá de tributos de los colombianos”.

Advirtió además que ahora falta que los guiños que se dieron Santos y Barack Obama sean refrendados por el Congreso estadounidense, “porque el tema actual allá es de proselitismo político”.

¿Qué sigue?

Otras búsquedas de apoyo internacional para el posconflicto

- Esta semana estará en Colombia el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea (UE), Phil Hogan. Lo acompañarán 40 empresarios europeos ligados al agro. Su visita estará enmarcada en el interés de la UE de encontrar proyectos productivos para el campo, pensando en apoyar al país en los tiempos del posconflicto.

- El Gobierno está a la espera de la propuesta del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el protocolo para adelantar el monitoreo del cese bilateral del fuego y la dejación de las armas por parte de las Farc.

-Santos declaró ante el BID que “en muchos países que han resuelto sus conflictos armados, comienzan a pensar en el posconflicto cuando firman. Es un error, porque dejan demasiado tiempo entre el momento en que se firma la paz y el momento en que comienzan a implementarse los acuerdos”.

Aspectos positivos

1). posible aumento de las ayudas

El presidente Barack Obama se comprometió a presentar un proyecto al Congreso de su país, llamado Paz Colombia, en el cual la partida inicial sería de US$450 millones. Esto implica un aumento de US$150 millones con relación al desembolso del año pasado en el marco del Plan Colombia.

“Obtener un compromiso sobre ese volumen de recursos es muy importante, sobre todo en la actual coyuntura, cuando lo que se impone a nivel mundial es la austeridad”, comenta Jesús Botero García, especialista en Política Económica. Añade que “Colombia necesita apoyo financiero para la época del posconflicto, y ahora que E.U. ratifica que es un importante aliado, solo queda convencer a su Congreso”.

2). Más patrocinio para el desminado

El secretario de Estado de E.U., John Kerry, será el delegado de esa nación para conseguir más apoyo internacional para el desminado. Anunció que ya hay solicitudes de la Unión Europea, Reino Unido, Canadá, México, Chile, Eslovenia, Japón, Suecia, Corea del Sur y Uruguay, entre otros, que se sumarían a la actual participación de Noruega, en lo que se ha llamado “iniciativa global de desminado”.

Del plan Paz Colombia se destinará una suma inicial de US$33 millones para erradicar las minas.

El presidente Juan Manuel Santos declaró que el propósito esdestruir todos esos artefactos en los próximos cinco años.

3). Continúa el apoyo bipartidista

Aunque desde un principio el Plan Colombia ha tenido apoyo de los partidos Republicano y Demócrata, en esta visita había expectativa por sus reacciones, en el marco de la actual campaña presidencial y su proselitismo político asociado. Según lo expresado por líderes de ambas colectividades, esa prueba se superó, lo que augura buenos vientos para Paz Colombia en el Congreso. 

El líder de los Demócratas en el Senado, Harry Reid, dijo que “E.U. tiene que aceptar responsabilidad por el hecho de que es nuestro pueblo quien consume las drogas producidas en Colombia, y debemos hacer lo que podamos para poner fin a este ciclo”. Por su parte, 57 congresistas republicanos firmaron una carta solicitando el aumento de las ayudas al país.

4). El proceso de paz ganó legitimidad

Uno de los cuatro pilares de Paz Colombia será el apoyo para implementar los acuerdos con las Farc, en especial en lo relacionado con la logística. Santos indicó que se trata de “ayuda a la parte operativa-institucional del posconflicto inmediato, es decir, todos los campamentos, cómo se van a controlar los sitios a donde van a llegar los miembros de las Farc a desarmarse”. 

Tanto Obama como Kerry dijeron que, así como su país dio soporte a Colombia en los días de guerra, también lo hará en los tiempos del posconflicto.

Santos expuso sus planes de la posguerra en foros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cámara de Comercio de E.U., donde se oyeron voces de aliento.

5). Se ampliará la misión de la OEA

El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo al término de la reunión con la comitiva presidencial que “darle una oportunidad a la paz en Colombia es fundamental en las Américas”.

Expresó que las tareas de la MAPPOEA, que hasta ahora se concentraban en la vigilancia de lo pactado en las leyes de víctimas, restitución de tierras y justicia y paz, se ampliarán con miras a los acuerdos de La Habana y su implementación en la práctica.

Según Almagro, el acompañamiento de la OEA a los esfuerzos de Colombia será “incondicional”.

Aspectos negativos

1). Se acrecentó la división política

Lo que en principio sería un festejo binacional por los 15 años del Plan Colombia, también sirvió de escenario para reflejar las disputas políticas internas en nuestra nación. El expresidente Álvaro Uribe, quien no acudió a la cita, aseveró que “el aporte norteamericano se ve frustrado por el retroceso en Colombia, cuyo Gobierno ha permitido un aumento sustancial de los cultivos ilícitos”, y criticó las concesiones a las Farc y otras políticas de Santos. 

El expresidente Andrés Pastrana se unió a los cuestionamientos, en especial por la posibilidad de que el narcotráfico se convierta en delito conexo con la rebelión.

A juicio de Botero, “todavía tenemos fragmentación política y social sobre el tema, y eso desluce la situación con E.U.”.

2). Hubo campaña antiproceso con Farc

En la víspera de la llegada de Santos a Washington, el director para América de la ONG Human Rights Watch (HRW), José Vivanco, se reunió en la misma ciudad con funcionarios de la Casa Blanca. Les hizo una exposición sobre los puntos cuestionables de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc, en especial el de Justicia y Víctimas, del cual considera que facilitará la impunidad. 

El objetivo de Vivanco era que esos funcionarios le transmitieran las preocupaciones al presidente de E.U. “Si Obama tiene un compromiso serio con la paz en Colombia, debe instar a Santos a garantizar una rendición de cuentas genuina por las atrocidades del conflicto armado”, afirmó.

3). ELN aprovechó para “hacerse notar”.

Aprovechando que la lupa de la opinión pública internacional se posó sobre Colombia, el Eln adelantó acciones de impacto para llamar la atención. Así lo consideró Víctor G. Ricardo, exAlto Comisionado para la Paz, y advirtió que “esa es una manera de ellos para demostrar ante el mundo que existen; todos los colombianos rechazamos esos actos donde se atenta contra la nación y las personas”.

El 3 de febrero esa guerrilla atacó una planta eléctrica en Segovia, Antioquia, y secuestró al cabo segundo del Ejército Jair Villar Ortiz. El 5 de febrero fue asesinado en El Tambo, Cauca, el patrullero de la Policía Édison Burbano Córdoba, según los primeros indicios a manos de un tirador del ELN.

4). Se perpetúa el intervencionismo

Aaron Tauss, magíster en Estudios de Paz y Conflictos y doctor en Ciencias Políticas, afirma que es preocupante “toda esa celebración por un Plan que ha producido muchos desplazamientos en Colombia y contribuyó al exterminio de los campesinos”. En su opinión, con la ampliación de las ayudas por parte de E.U. “continuarán las políticas a favor de los intereses de los grandes capitales extranjeros, que buscan ingresar a los sitios donde las Farc han tenido un control histórico, con el propósito de que las multinacionales tengan acceso a recursos naturales que no han podido explotar por el conflicto”. 

Tauss también criticó el papel de los medios de comunicación en esta visita presidencial, al considerarlo “de carácter propagandístico”.

5). Compromisos que añaden presión

El analista Botero ve riesgosa la cantidad de compromisos y promesas que formuló Santos en su periplo por E.U., entre ellas finalizar las negociaciones con las Farc en marzo y erradicar todas las minas a 2021, porque una cosa es comprometerse a nivel nacional y otra ante el mundo a cambio de dinero.

“Ojalá que eso no se vaya a convertir en un mecanismo para llegar de manera rápida e inapropiada al posconflicto. En una negociación, como la que hay con las Farc, el que negocia mejor es el que tiene más paciencia. Estos compromisos podrían llevar al Gobierno a hacer concesiones o mostrar una postura de debilidad en la mesa por la impaciencia”, advierte.

Credito
COLPRENSA

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