La historia completa del proceso de paz con las Farc

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
La historia de los diálogos de paz es variada. Como cualquier evento complejo, tiene altas y bajas, situaciones difíciles y estables. Los diálogos que por casi cinco años sostuvieron con las FARC tuvieron esa dinámica. Un proceso que empezó con fotografías distantes, y termina con un grupo de trabajo consolidado y con el mismo propósito: la búsqueda de la paz estable y duradera.

Los comienzos

Para el año 2012 se rumoraba sobre los acercamientos entre las FARC y el Gobierno Nacional para hacer un proceso de paz, y el 4 de septiembre de ese año, el presidente Juan Manuel Santos así lo confirmó, asegurando que la instalación de la mesa comenzaría en octubre en Oslo, Noruega.

Santos dijo para ese entonces que se llevaban ocho meses de conversaciones secretas acompañadas de dos países garantes, Cuba y Noruega, para establecer las reglas de juego y la hoja de ruta para trabajar durante los próximos años de negociaciones, aunque inicialmente no se pensaba que tomarían tanto tiempo.

Habló de los cinco puntos que compondrían la agenda: desarrollo rural; garantías del ejercicio de oposición política; fin del conflicto armado; búsqueda de solución al problema del narcotráfico, y derechos de las víctimas.

El 16 de octubre efectivamente se hizo la instalación dando a conocer de manera específica los puntos de la agenda que tratarían en su orden, pero también evidenciando las posiciones todavía muy contrarias entre las partes que habían combatido durante 50 años.

Iván Márquez, el jefe de la delegación de las FARC, hizo lo posible para dar a entender que la guerrilla estaba ahí pero no porque la hubieran vencido y aprovechó para criticar aspectos de la vida nacional en el marco del evento; mientras el jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle, empezaba a aclarar que el modelo económico no se discutiría, que solo se hablaría de los puntos de la agenda, y que entre las partes tenía que existir respeto.

Días después, se dan a conocer los nombres de los negociadores de cada lado. Por el Gobierno: El exvicepresidente Humberto de la Calle; el alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo; el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Luis Carlos Villegas; y los generales retirados Jorge Enrique Mora Rangel, del Ejército, y Óscar Naranjo, de la Policía.

Por las FARC: Luciano Marín Arango, alias 'Iván Márquez'; Rodrigo Granda, alias 'Ricardo Téllez'; Jesús Emilio Carvajalino, alias 'Andrés París'; y Luis Alberto Albán, alias 'Marco León Calarcá'. Y desde ahí se empezó a pedir la participación de Ricardo Palmera, alias, ‘Simón Trinidad’.

Al final del año, el 19 de noviembre, el grupo guerrillero declara un alto al fuego que empezaría el 20 de noviembre y terminaría el 20 de enero. Uno de los primeros ceses al fuego unilaterales en la historia de las negociaciones.

Empieza a correr el reloj

 Con el fin del cese que hizo las FARC, para el 2013, empieza a sentirse una presión sobre el avance en la agenda de negociación y surgen las propuestas de que se haga un cese sea bilateral, lo que el presidente Juan Manuel Santos niega. Rodrigo Londoño, alias Timochenko, dice que las conversaciones están empantanadas por culpa del Gobierno y el mandatario colombiano amenaza al decir que de no superarse la agenda, se levantarán de la mesa.

“En este momento cartas van y vienen, sobre eso no me voy a referir al proceso. El medidor para el Gobierno sobre los avances del proceso de paz estará en Cuba. Si no avanzamos, nos paramos de la mesa”, dijo el presidente el 23 de febrero.

Sin embargo, las conversaciones siguen e incluso a la delegación de las FARC el 7 de abril se unen más negociadores a la delegación: Judith Simanca Herrera, alias ‘Victoria Sandino Palmera’, y dos guerrilleros conocidos con los alias de 'Freddy González' y ‘Lucas Carvajal’. Días después llegaría a la mesa Jorge Torres Victoria, alias 'Pablo Catatumbo'.

Y por si había dudas de lo que se quería, el 9 de abril de ese año se hizo la gran marcha en favor de la paz, en la que cerca de un millón de colombianos salieron con camisas blancas demostrando total apoyo de los esfuerzos.

El 26 de mayo por fin, se anuncia el primer acuerdo en el punto 1 de la agenda que consiste en el desarrollo rural. Un fondo de tierras, ayudas a los campesinos, vías, infraestructura, servicios públicos, toda una transformación del campo y la reducción de la pobreza rural es lo que se da a conocer.

Para el acuerdo final todavía faltaba tiempo

El Gobierno Nacional pensó desde el inicio que el proceso sería corto, pero no lo fue y en octubre de 2013 el presidente Santos terminó aceptándolo, pues había creído que para noviembre de ese año se anunciaría el acuerdo final.

Días después, y tras propuestas sobre un cese el fuego durante las elecciones del 2014, el jefe máximo de las FARC, alias ‘Timochenko’ culpó al mandatario porque según él, con el ánimo de reelegirse estaba entorpeciendo el proceso de paz.

Pero pese a todo, el 6 de noviembre se anuncia un nuevo acuerdo, que correspondía al punto 2 de la agenda sobre Participación Política en el que se destaca la creación de un estatuto de oposición, varias medidas para profundizar la democracia; se crean las circunscripciones especiales de paz en la Cámara de Representantes  y se confirma el deseo del grupo guerrillero de convertirse en un grupo político y el ánimo del Gobierno de prestarle la seguridad que sea necesaria cuando sean un partido.

La participación de las víctimas

El 2014, el 16 de mayo, fue anunciado un nuevo acuerdo entre las partes, esta vez sobre el narcotráfico y los cultivos ilícitos. Pero pese al buen augurio del año, los diálogos fueron suspendidos.

La decisión la tomó el presidente Juan Manuel Santos al confirmarse que las FARC tenían en su poder al General Rubén Darío Alzate, pues había sido secuestrado por el frente 34 de las FARC, en el corregimiento de las Mercedes, en el Chocó. Además, también habían secuestrado a dos soldados: César Rivera y Jonathan Díaz.

Y antes, de esos secuestros el 30 de julio se habían registrado atentados en contra de la infraestructura eléctrica y dejó sin luz a Buenaventura Valle, y Orito, Putumayo.

Sin embargo, las FARC liberaron a los dos soldados; poco después al general Rubén Darío Alzate, a la abogada Gloria Urrego y el cabo Jorge Rodríguez, y con esos hechos el presidente anuncia el 30 de noviembre el regreso de su delegación de paz a La Habana para seguir el proceso de paz.

Ese mismo año, también se instaló el Consejo Nacional de Paz para la construcción del posconflicto en las regiones; la Corte Constitucional declaró exequible el Marco Jurídico para la Paz, y se terminó de consolidar el grupo de 60 personas que representarían a las más de siete millones de víctimas del conflicto armado.

De esta comisión hicieron parte Piedad Córdoba, Jairo Barreto, Camilo Villa, María Susana Portela, Juan Manuel Hernández, Domingo Tovar, Gloria Cecilia Londoño, Francia Márquez, Mauricio Armitage, Nilson Antonio Liz Marín, Isabella Vernaza y Magda Correa de Andreis.

En diciembre, el grupo guerrillero culmina el año con un nuevo integrante en la delegación Milton de Jesús Toncel, alias 'Joaquín Gómez' –jefe del Bloque Sur de las FARC; y anuncia un cese el fuego unilateral e indefinido.

El desescalamiento

El 12 de julio de 2015 el Gobierno Nacional y las FARC anunciaron un cambio en la metodología de las negociaciones, con un trabajo simultáneo de las subcomisiones y un plan recíproco de desescalamiento, que se mantuvo hasta el anuncio del acuerdo final. Y por este, según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, fue uno de los años en los que se ha registrado la menor intensidad del conflicto armado en los últimos 52 años.

Pero antes de que se lograra ese desescalamiento, el presidente Santos ya había intentado reducir la confrontación, pues el 11 de marzo ordenó suspender todo bombardeo contra los campamentos de las FARC.

Orden que eliminó el 15 de abril tras la muerte de 11 militares que fueron víctimas de un ataque adjudicado al grupo guerrillero en la vereda La Esperanza, del corregimiento de Timba, en el municipio de Buenos Aires, Norte del Cauca. Y después, el 22 de mayo, las FARC terminaron con el cese unilateral que habían iniciado en diciembre de 2014, porque por un bombardeo del Ejército, 26 guerrilleros murieron.

En el primer semestre del 2015 se unieron a la mesa de negociación: el general Javier Flórez; los generales del Ejército, Martín Fernando Nieto y Alfonso Rojas Tirado; el de la Fuerza Aérea, Oswaldo Rivera; el de la Policía, Álvaro Pico, y el contralmirante de la Armada Orlando Romero. Y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, anunció que Bernie Aronson sería el enviado especial de ese país.

Por esa misma época, exactamente el 7 de marzo se anuncia el acuerdo para quitar las 'minas antipersonal, artefactos explosivos improvisados, municiones sin explotar y restos explosivos de guerra'.

El gran anuncio que trajo de nuevo la esperanza

El 23 de septiembre de 2015, se hace un anuncio importante para  reactivar los ánimos alrededor del proceso de paz. En La Habana el presidente Santos; el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko; el presidente de Cuba  Raúl Castro, y representantes de los países garantes anuncian  que tienen listo todo el mecanismo y las medidas de la Justicia Transicional.

Dos días después, se anuncia el cambio de la doctrina militar con miras a la nueva etapa por la que pasará Colombia. Y, el 18 de octubre, también se anuncia un acuerdo para la búsqueda e identificación de las personas desaparecidas en el conflicto armado.

En noviembre el Gobierno confirmó que otorgaría, vía decreto presidencial, el indulto a 30 guerrilleros de las FARC que se encontraban privados de la libertad en cárceles colombianas. La medida aplicó para aquellas personas que tenían condena por delito de rebelión exclusivamente.

Y el 2015 finaliza con la noticia de un nuevo acuerdo. Pues, con la presencia de 10  víctimas del conflicto, los delegados del Gobierno y las FARC anuncian que se llegó a un acuerdo en el quinto punto de las negociaciones, relacionado con las víctimas después de año y medio de discusiones al respecto.

Además, el Congreso termina finalmente la aprobación de la ley estatuaria que crea el plebiscito para la paz con un umbral del 13 %.

El apoyo de la ONU y Estados Unidos

Este año, el 19 de enero de 2016, se anuncia la creación de un mecanismo tripartito de monitoreo y verificación de acuerdo sobre el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas, conformado por el Gobierno, las FARC y un componente internacional que es la ONU y la CELAC.

Días después, el 25 de enero, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad la Resolución 2261 (2016) en la que estableció una misión política para verificar el alto el fuego y la dejación de armas en Colombia, cuyo mandato es por doce meses una vez firmado el Acuerdo Final.

En febrero, en la conmemoración de los quince años del Plan Colombia,  el presidente Barak Obama afirmó que Estados Unidos apoyará la fase de posconflicto, mediante una inversión anual de 450 millones de dólares. Acá se anuncia el cambio del enfoque del plan a ‘Paz Colombia’ y en marzo, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se reunió con los equipos negociadores en La Habana, para hablar al respecto.

El 23 de marzo de 2016. la fecha incumplida

En marzo empieza la presión para la mesa de La Habana y el Gobierno Santos. En septiembre de 2015 habían afirmado que la paz se firmaría el 23 de marzo, pero por las dificultades de las negociaciones no se pudo cumplir, y varios críticos del proceso aprovecharon para generar un ambiente de pesimismo.

Pero después se anunciaron cosas como: las garantías jurídicas y estabilidad al Acuerdo Final que logren las partes, -que incluye un artículo en el acto legislativo para la paz, que eleva los acuerdos a categoría especial, y la inclusión de los mismos en el Bloque de Constitucionalidad-; el acuerdo que permitirá la salida de los menores de 15 años, el compromiso con la elaboración de una hoja de ruta para la salida de todos los menores de edad y un programa integración para ellos.

El cese al fuego bilateral y definitivo

Para el segundo semestre de 2016, los anuncios y avances del proceso de paz son definitivos y empiezan por la aprobación del acto legislativo para la paz, que le permite al presidente usar facultades especiales para expedir decretos con fuerza de ley; al Congreso, usar un procedimiento especial para el trámite de las normas que se necesitan para aplicar lo pactado; eleva a categoría especial los acuerdos; y crea un fondo plurianual para financiar el posconflicto en los próximos 20 años.

El 23 de junio, en Cuba,  con la presidencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con los presidentes de la región, congresistas, periodistas, las delegaciones de paz del Gobierno  y las FARC y con el presidente Juan Manuel Santos se anunció uno de los puntos más difíciles del acuerdo: el cese el fuego bilateral y definitivo, así como todo el proceso de dejación de armas por parte de las FARC.

Después, fueron anunciados las 23 zonas de concentración y los ocho puntos campamentarios, por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. Las zonas son: En Cesar, La Paz; en Norte de Santander, Tibú; en Antioquia, Remedios, Ituango y Dabeiba; en Tolima en Planadas y Villarrica; en Cauca, Buenos Aires y Caldono; en Nariño Policarpa y Tumaco; y de Putumayo, Puerto Asís.

También en las veredas en jurisdicción de Montañita y Cartagena del Chairá en Caquetá; en Arauquita y Tame en Arauca; en La Macarena, Mapiripán, Mesetas y Vistahermosa en el Meta; en Cumaribo, Vichada; y en San José del Guaviare (este), San José del Guaviare (oeste) en el departamento del Guaviare.

Y las zonas campamentarias en: Fonseca, La Guajira; Vigía del Fuerte, en Antioquia; Riosucio, en Chocó; Tierralta, en Córdoba; Corinto, en Cauca; San Vicente, en Caquetá; Losada y Macarena, en el Meta, y Puerto Colombia, en Guainía.

Para el 13 de agosto de este año, ya se habían finalizado las visitas técnicas para ver la idoneidad de las zonas escogidas y para determinar el tamaño y magnitud de la Misión Política de la ONU, un informe que se presentó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 19 de agosto, según el alto consejero para la Paz, Sergio Jaramillo.

Pero antes, en 18 de julio, la Corte Constitucional aprobó la ley estatutaria del plebiscito para la paz; por lo que dio vía libre a la convocatoria del mecanismo de refrendación de los acuerdos.

Tras todo ese proceso, el jefe negociador de La Habana, Humberto de la Calle, informó que el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; el consejero para el postconflicto, Rafael Pardo y el director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) Joshua Mitrotti, se unirían a la última fase del proceso de paz, y una semana después se anunció que ya estaba listo el acuerdo final con las FARC.  

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