Condena contra seis militares por caso de ‘falsos positivos’

El Tribunal Superior de Popayán, Cauca, condenó a 50 años de prisión a seis militares, por su participación en la ejecución extrajudicial de tres habitantes de la calle, quienes fueron reportados como guerrilleros muertos en combate.

COLPRENSA, BOGOTÁ

En el fallo de segunda instancia, el Tribunal aumentó la pena que había sido impuesta a los militares por un juez. Sanción que inicialmente había sido determinada en 46 años de prisión.

El despacho obligó, además a los militares, a pagar una multa de 7.000 salarios mínimos, al ser hallados culpables de los delitos de homicidio agravado en persona protegida, en concurso con fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares.

Según la Fiscalía, el 25 de agosto de 2007, el capitán César González Roa, del batallón José Hilario López, reportó la muerte de tres presuntos guerrilleros durante la operación Soberanía, desarrollada en la vereda Clarete Alto, vía Totoró-Popayán, en la que participaron tropas del Pelotón Especial Batalla I, en el marco de la Estratégica Antílope II.

La investigación

De acuerdo con lo indagado por las autoridades, en el sitio, los militares cargaron en un camión tres cuerpos que vestían prendas de uso militar y elementos materiales de guerra, como armas, explosivos, cordón detonante, minas antipersonales, tatucos con dinamita y granadas.

Tras investigar la muerte de las tres personas, la Fiscalía estableció que los cadáveres correspondían a Édgar Obando Mestizo, Carlos Alberto Satizabal Porras y Luis Carlos López Hurtado, quienes según el ente investigador eran habitantes de la calle y recogedores de cartón para reciclaje en el barrio San Fernando, en el sur de Cali.

Otro condenado

La Corte Suprema de Justicia condenó a 26 años de prisión al soldado Adolfo Ropero Rangel, por el ‘falso positivo’ del campesino Javier Peñuela, quien fue presentado como guerrillero del Eln muerto en combate”.

Se confirmó que Peñuela era un campesino residente del municipio de El Carmen, Norte de Santander, que no pertenecía al grupo guerrillero, y que aún así su cadáver, vestido de civil, fue hallado un fusil AK-47 con dos proveedores de 23 cartuchos cada uno, mientras que en el bolsillo izquierdo del pantalón se le halló una granada de fragmentación.

Credito
EL NUEVO DÍA

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