Según explicaron las autoridades, el cuerpo sin vida de Alejandro Cubides fue hallado a pocos kilómetros de donde fue secuestrado y después asesinado. Tres horas después del crimen, los delincuentes empezaron a llamar y pedir una fuerte suma de dinero a sus familiares.

“Lo trasladan a zona selvática rural cerca de Villavicencio y allí, luego de tomar unas evidencias a través de unas filmaciones, deciden asesinarlo inmediatamente”, comentó el general Fernando Murillo, al confirmar la trágica noticia.

Las autoridades señalaron que dos de los tres presuntos asesinos son militares en retiro, mientras que el tercer delincuente era familiar de uno de ellos, a quienes les siguieron la pista desde el mismo momento del plagio y lograron interceptar cerca de 60 llamadas, donde corroboraron las sospechas.

“Es pura delincuencia común, no tiene ninguna relación, como se especulaba, o en alguna hipótesis que había cuando hicieron las llamadas a la familia haciéndose pasar por miembros de la guerrilla”, sostuvo el comandante del Gaula de la Policía.

Precisamente, la Policía confirmó la captura de los tres responsables del crimen, quienes estaban exigiendo, en un principio, 10 mil millones de pesos, aunque la negociación se había logrado para su liberación por 5 mil millones, sin embargo fue cuando se evidencio que ya lo habían asesinado.

Las autoridades del Meta lamentaron y repudiaron el hecho.