En el Zulia, un muerto saca otro muerto

En lo corrido del año hasta septiembre del 2017, las importaciones colombianas presentaron un crecimiento de 4,4% con relación al mismo período del año anterior.

Recorrer la estrecha caminería del cementerio municipal de El Zulia es como si el espacio se quedara corto para simplemente dar un paso. Flores sintéticas por doquier, colores incandescentes de fotografías de los difuntos y fechas talladas en el cemento provocan que la mirada no se concentre en una sola bóveda. El sitio, casi asfixiante, es el único espacio que tienen los zulianos para enterrar a sus muertos.

A las 10 de la mañana, el olor de la arena recién mojada indica que Edwin Duarte, el administrador, ya limpió el cuadrado de menos de una hectárea, y donde se pueden conseguir bóvedas fechadas desde 1910.

Una especie de edificios de bóvedas apiladas una al lado de otra evidencia que la vida útil del espacio caducó. Sin más palabras, no hay un pedazo más de tierra para enterrar a los fallecidos en el viejo cementerio de El Zulia.

¿Qué hacen con los difuntos? “Sacan un muerto y meten otro”. Esta fue la respuesta, tanto del administrador, como de los propios habitantes que viven en las cercanías del lugar, ubicado en la avenida 4 con calle 4, en pleno corazón del pueblo.

La realidad es que las familias deben exhumar los cuerpos de sus seres queridos para darles cabida a los nuevos cadáveres: 60 mil pesos es el precio por la exhumación de un cuerpo, y se puede hacer en un día.

“Acá puede haber entre cuatro y cinco entierros al mes, sobre todo de abuelitos del pueblo”, contó Duarte. “Pero hay meses en los que tenemos más muertos: en un año podemos decir que se hacen unos 100 entierros aproximadamente”.

Hay otros que anticipan, y toman la precaución ante la problemática del espacio en el camposanto, y luego de cuatro años de fallecido el familiar comienzan el proceso de exhumación. “Después de cuatro años, a los parientes se les da un plazo de 15 días para exhumar el cuerpo, y para hacerlo, se destapa en unos tres días”, explicó Duarte.

Hace cinco años, la Secretaría de Salud Departamental ordenó clausurar el viejo cementerio, por las condiciones de salubridad. Sin embargo, aún sigue en servicio.

 

Nuevo camposanto

Una salida concreta está ubicada a tan solo un kilómetro y medio. El nuevo cementerio, situado en la vereda Las Piedras, estaba previsto inaugurarse en noviembre, hace dos años. Actualmente, se encuentra aún cerrado a la espera de su apertura.

Leonardo Guerrero, secretario de planeación de El Zulia, informó que este camposanto fue construido por la administración anterior, de Manuel Orlando Pradilla.

“La obra no logró su puesta en funcionamiento, porque faltaba el aval por parte del Instituto Departamental de Salud (IDS) de Norte de Santander”, dijo. “Logramos conseguir el concepto higiénico-sanitario el año pasado y recopilar nuevamente toda la información del diseño, proyectos, planes”.

Según explicó Guerrero, en noviembre tienen previsto presentar el proyecto o reglamentación administrativa ante el Concejo Municipal, para su visto bueno. “Con esta reglamentación aprobada, se puede poner en funcionamiento. Esperamos que en diciembre logremos que entre en servicio”

Credito
COLPRENSA

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