La pirámide identificada por la Superfinanciera, tenía su centro de acción en Villa de Leyva, Boyacá, y tenía entre sus directivas a María Fernanda Martínez Portilla, quien era la responsable de recibir el dinero, que en su mayoría fueron al menos 400 mujeres que aportaron un capital mínimo de cuatro millones y medio de pesos.
Según la entidad de control financiera, esta pirámide garantizaba un ‘regalo’ de 36 millones de pesos en 28 días, siempre y cuando cada una de las mujeres debía vincular a otras dos, las cuales debía entrar con el aporte de $4,5 millones.
Tras la intervención también se pidió a la Fiscalía General de la Nación la apertura formal de la investigación a Martínez y a los demás promotores de la pirámide. Igualmente pidió la Alcaldía de Villa de Leyva que, a través de la Policía, cierre los sitios donde opera el esquema.
La Superintendencia Financiera advirtió que “cualquier negocio que ofrezca rentabilidades extraordinarias o multiplicar el dinero sin esfuerzo” implica un elevado riesgo y es la primera señal de alerta de un esquema de captación ilegal.
Comentarios