¿Qué queda de la paz pactada?

Analistas consideran que son más los hechos positivos que negativos lo que hasta el momento ha dejado el Acuerdo de paz, pese a los brotes de violencia que de nuevo se viven en el país.

Un 24 de noviembre de 2016 se firmó el acuerdo definitivo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.

Hoy, casi tres años después, le preguntamos a varios expertos ¿qué queda de la paz pactada? y las respuestas son bastante optimistas, pese a que existen muchos detractores que no han permitido la total implementación de los Acuerdos y que en varias regiones de Colombia siguen presentándose brotes de violencia.

Camilo González Posso, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, manifiesta que “la paz que se pactó sigue vigente en los hechos tanto normativos como políticos y sociales que se jugaron en la firma de la paz y tiene mucha fuerza a pesar de todos los conflictos y todos los líos e intentos de echarla para atrás. Se han puesto en marcha cosas muy importantes que tienen apoyo nacional e internacional, como la JEP, la Comisión de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, por supuesto, todo lo que tiene que ver con el desmonte del aparato armado de las Farc (era un ejército guerrillero de 13 mil hombres en armas, pero con una periferia logística de redes de apoyo eran cerca de 30 mil efectivos y eso está desarticulado); las disidencias no son ni de lejos una estructura con la capacidad que tenían las Farc”.

En concepto de Luis Emil Sanabria Durán, presidente nacional de Redepaz, “nos queda más del 90% de los muchachos y mujeres desmovilizados que se reincorporaron a la vida civil, económica y política; los actos simbólicos construidos con las armas, (es muy importante haber sacado del mercado de la violencia más de 10 mil armas); todo el proceso de construcción de justicia transicional, la búsqueda de personas desaparecidas, la JEP, la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, el proceso de reinserción y un partido político, son los hechos más prominentes que se ven con la firma de la paz”.

Otro aspecto de importancia luego de la firma de los Acuerdos de Paz es el cumplimiento por parte del Gobierno, teniendo en cuenta que en campaña el actual presidente Iván Duque había anunciado que haría varias revisiones.

Sobre este particular, Andrés Mejía, analista Político, precisa “ha cumplido con los compromisos del gobierno en un grado que diría aceptable, porque un grado óptimo de cumplimiento no es posible, pues muchos de estos compromisos, en particular los que son de índole material, son difíciles, requieren una implementación que toma tiempo y, de todos modos la acción del Gobierno no solamente en este campo, sino en cualquier otro, está sujeta a limitaciones”.

De igual manera, Mejía asegura que de parte del Gobierno hay un interés muy alto de cumplir porque en la medida en que lo haga, le quita legitimidad y base a todo discurso de disidencia y asegura consolidar el proceso; además, de esa manera evita brotes futuros de violencia, entre otras razones. “Sin embargo, como bien se sabe, hay personalidades dentro del partido de gobierno (que no están necesariamente en el gobierno) que quisieran que la conducta fuera otra y que reniegan del Acuerdo, pero creo que el presidente Duque ha tenido la calma y la sabiduría para seguir cumpliendo los Acuerdos”.

En esta misma línea Dayanna Sánchez, líder de Innovación y Transferencia de Conocimiento de la Universidad Piloto de Colombia, piensa que el proceso de paz se cumplió con las personas que dejaron las armas, en la medida en que les ayudó a entender de manera diferente la vida, a cambiar la concepción de vida ligera, facilista y darles herramientas para que, a pesar del pasado, se puedan construir mejores presentes y mejores futuros.

Argumenta que “solo el 10% son disidentes y ese 90% le apostó a un nuevo país, a una nueva concepción de país no marcada ni revictimizada por el conflicto, sino con ganas de construir una mejor concepción de vida desde la innovación productiva, pero fundamentalmente desde la responsabilidad compartida del bienestar de esta sociedad”.

 

Niveles de violencia

Con la firma de la paz, el país también ganó con la reducción de los niveles de violencia.

Según González Posso, los niveles bélicos que tenía Colombia cambiaron: “se sabe que no es fácil y hasta la fecha se ve que la dinámica de paz está ganando a diferencia de las dinámicas que quieren devolvernos a la guerra. Comparado con el periodo anterior a la firma de los acuerdos, la situación de violencia ha cambiado, hay menos enfrentamientos, menos víctimas militares y civiles en medio de conflictos armados, menos desplazamiento forzado, en los últimos tres años cayó a 100 mil desplazados por año cuando se tenían cifras por encima de 300 mil; lo mismo los indicadores de desaparición forzada, de secuestros, de víctimas de minas antipersona y muchos de esos indicadores del horror y la guerra han disminuido notablemente”.

Aunque reconoce que hay indicadores que siguen siendo críticos como el desplazamiento en algunas regiones.

Por su parte, el presidente de Redepaz señala que con la firma de los Acuerdos algunas regiones se han aclimatado y de alguna forma han respirado paz en donde las Farc era muy activa como la región Centro, es decir, departamentos como Huila, Tolima, Cundinamarca, Sumapaz y algunas zonas del Caquetá donde fueron bastante fuertes.

 

Trabajo político

Aunque varios excombatientes han criticado el trabajo del partido político en el Congreso, analistas consideran que en todo proceso de paz se ocupan cargos y tienen más visibilidad.

Para Andrés Mejía, analista Político, los que están en el Congreso son los más visibles, pero además de ellos hay un número muy grande de más de 10 mil personas que han cumplido satisfactoriamente con los compromisos de los Acuerdos de Paz y se han reincorporado a la vida civil.

Por su parte, Luis Emil Sanabria Durán, de Redepaz, considera que “es una apreciación fatalista, creo que el proceso en sí mismo es exitoso, los muchachos están en el proceso, algunos han conformado familia y otros tienen sus proyectos productivos”.

 

Cifra

90% de los excombatientes le apostaron a construir un nuevo país desde los proyectos productivos y otras actividades.

Credito
NELLY VECINO PICO

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