De esta manera, a partir del primero de junio, el país entrará en lo que el Gobierno ha denominado apertura por regiones, que consiste en una mayor apertura del comercio en los lugares que no han sido tan afectados por el Covi-19, pero teniendo en cuenta los protocolos de bioseguridad.

“A partir del primero de junio y hasta el 30 julio iniciamos etapa nueva de ese aislamiento preventivo, una etapa que requiere más inteligencia colectiva, más disciplina, que tiene una condición y es que queremos avanzar con regionalización y gradualidad, de la mano de los alcaldes y  gobernantes locales, reconociendo particularidades que tienen departamentos y ciudades”, anunció el presidente.

El mandatario agregó que la intención es que se pueda ir recuperando la vida productiva en los distintos territorios del país, teniendo en cuenta la densidad poblacional y las particularidades de cada uno de ellos. Se controlarán aforos y serán los mandatarios locales los encargados de controlar la gradualidad de la apertura.

De esta manera, la reapertura involucrará servicios médicos no relacionados con el Covid-19, servicios domésticos, bibliotecas, museos, entre otros, sin embargo, los restaurantes seguirán funcionando a través del servicio a domicilio. El transporte público se mantiene con capacidad máxima de 35 %.

De igual forma, los colegios de básica y media seguirán con estudio en casa durante los meses de junio y julio, al igual que las universidades, con la diferencia de que se abrirá espacio de trabajos en laboratorios, con respectivos protocolos. La presencialidad alternativa se permitirá a partir del mes de agosto.

“Nos han recomendado los expertos, que los mayores de 70 años sigan en aislamiento preventivo, con elemento adicional, que estamos elaborando: dar pautas para que en junio permitamos poder tener algo de espacio exterior con todas las precauciones”, agregó el mandatario.

El jefe de Estado también aseguró que entre el primero y el 30 de junio se podría empezar a dar más espacio para que los niños menores de cinco años puedan salir a la calle, pero con todas las restricciones del caso y tomando las precauciones necesarias por parte de los mayores.

El 80 % de las entidades públicas deben procurar que sus trabajadores hagan teletrabajo. Las empresas privadas también deben promover este tipo de trabajo.

Los vuelos internacionales permanecerán cerrados, con el objetivo de evitar la importación de casos de Covid-19 en el país y poder hacer mayor control del virus. Sin embargo, se sigue trabajando en los protocolos de apertura.

Esta es la cuarta vez que se extiende el aislamiento obligatorio en el país con el objetivo de controlar la expansión del Covid-19. El primer aislamiento fue decretado por el presidente desde el 25 de marzo hasta el 13 de abril y a partir de ahí ha venido ampliando la permanencia de los ciudadanos en sus casas, pero con aperturas graduales de la economía.

Sin embargo, se mantiene la preocupación el país debido a que el propio ministro de Salud, Fernando Ruíz Gómez, ha dicho que el pico de contagio del virus en el país está programado entre finales de junio y principios de julio.

Desde el pasado 11 mayo venían funcionando sectores de la economía como la industria, la venta de automotores y muebles, pero también las lavanderías, librerías, entre otros pequeños comercios, sumados a los que ya venían trabajando como la construcción, la manufactura, servicios médicos de  urgencia y toda la cadena de abastecimiento de alimentos  y medicamentos.

Así mismo, se había autorizado 90 municipios libres de Covid-19 para que hicieran reaperturas mucho más flexibles de la economía, manteniendo bares, discotecas y gimnasios cerrados, y permitiendo que los restaurantes atendieran a domicilio.

El presidente ha enfatizado en múltiples ocasiones que de ser necesario el país podría volver a un aislamiento estricto para evitar que el virus siga afectando la salud pública del país.