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La iniciativa uribista no es nueva, de tiempo atrás ya la habían planteado, pero ante la detención del expresidente, la senadora Paloma Valencia, la volvió a presentar y lo hizo en la plenaria del Senado, en donde aseguró que “hoy más que nunca Colombia necesita una gran reforma a la justicia, no puede seguir politizada... proponemos una asamblea constituyente para reformar a la justicia y volver a presentar la idea de una corte única, que anule los sentimientos de trampa... una sola corte con magistrados pulcros, sin puerta a la política... una reforma que devuelva la dignidad”.
Incluso Valencia señaló que se debe acabar la Jurisdicción Especial de Paz, y a la vez que los actuales congresistas de las Farc y sus altos mandos que fueron indultados deben pagar condena.
Camino complejo
Pero llegar a una asamblea constituyente es uno de los pasos de los mecanismos de participación popular más largos que se tienen contemplados en la Constitución, porque primero se debe presentar una ley, que sea aprobada en el Congreso, que sea sancionada, que se convoque a la elección de los constituyentes, para que luego éstos en un tiempo fijo se reúnan a redactar la reforma.
Pero es ahí en donde se corre uno de los riesgos de que los constituyentes no sólo se queden en modificar los temas concernientes a la justicia, sino que puedan tomar otros como los políticos, economía y muchos más, de ahí que siempre toma fuerza la frase de que una constituyente se sabe por dónde comienza pero no se sabe en qué termina.
Diversas opiniones
La idea en el Congreso de la República, en dónde se deberá discutir si se llega a presentar, tiene voces a favor y en contra. Aunque no hay posiciones definidas aún en las bancadas -sólo el uribismo la apoya abiertamente, el senador de Cambio Radical, Rodrigo Lara, sostiene que ve con buenos ojos la posibilidad de convocar una miniconstituyente para reformar la justicia”, pero advierte que “no obstante, considero que eso debe ser producto de un gran consenso entre todos los sectores políticos, sociales y cívicos y no sé si las actuales circunstancias permitan un consenso para poder sacar adelante un proyecto de semejante envergadura”.
En el grupo de quienes se apartan de la idea está la senadora de la Alianza Verde, Angélica Lozano, quien sostiene que no considera la misma como una opción, incluso ni en el proceso de paz cuando las Farc pidieron convocar una para ratificar lo pactado.
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