En el caso de José Miguel Dau David, médico de 93 años, se asegura que personal de Electricaribe le suspendió el servicio de energía el pasado 29 de agosto, pese a que sus familiares advirtieron a los operarios que estaba conectado a un respirador eléctrico y de no contar con ese apoyo podría perder la vida. Dau falleció posteriormente.

La superintendencia requirió a la empresa para que entregue información detallada sobre el usuario, su condición, la situación de la cuenta del servicio de energía, las reclamaciones en trámite y los procedimientos que se realizaron durante la visita técnica para atender la situación expuesta por sus familiares.

En el caso de Johanna Montañez De La Cruz, ella sufrió una descarga eléctrica el pasado lunes en Barranquilla, de un cable de alta tensión que se desprendió de la red.

Frente a esa situación, la superintendencia solicitó a la empresa informar sobre el estado de la infraestructura eléctrica, las alertas recibidas y las acciones operativas adelantadas en el sector donde se presentó el hecho.

"Una vez la entidad evalúe las circunstancias en que se presentaron estos dos lamentables sucesos, adelantará las acciones a que haya lugar, en ejercicio de sus funciones de inspección, vigilancia y control definidas en la Ley 142 de 1994 y el Decreto 990 de 2002, y con plena observancia de los pronunciamientos de la Corte Constitucional en materia de derechos de los usuarios", manifestó la superintendencia en un comunicado.