De acuerdo con la Fiscalía, tras las entrevistas con testigos de los hechos y familiares de la víctima, se logró establecer que esa noche Angie Paola se dirigía, como era de costumbre, a su sitio de residencia, tras terminar su turno de trabajo como guardia de seguridad en el área de monitoreo en la Secretaría de Integración Social.

Eran las 7:20 de la noche cuando ella arribó a la localidad de Suba y, durante su trayecto a pie hacia su casa, en compañía de su compañera sentimental, decidió ir a mirar lo que sucedía en el CAI ‘La Gaitana’.

Luego ingresó a su residencia, pero decidió salir nuevamente sobre las 8:30 de la noche a observar lo que ocurría en el CAI ‘Aures’, donde al llegar había una gran aglomeración cerca al lugar y tras permanecer durante varios minutos decidió unirse a ella.

Luego vio cómo la gente empezó a dispersarse, pues al parecer desde los árboles se encontraban uniformados disparando a los manifestantes y fue en ese momento cuando recibió un impacto a la altura del abdomen.

A pesar de que fue trasladada al hospital de Suba y luego al hospital de Engativá, donde fue intervenida quirúrgicamente, falleció aproximadamente a las 11:33 de la mañana del día siguiente, producto del proyectil que recibió.

Este proyectil fue vital, según la Fiscalía, para determinar el responsable del homicidio y luego de una serie de pruebas llegaron a la conclusión que esta bala habría sido disparada del arma de José Andrés Lasso Valencia.

Sin embargo, frente a esta reconstrucción de los hechos, la representante de la mamá de la víctima, Yenifer Catherine Rodríguez Hernández, dijo que la mujer nunca hizo parte de las protestas y pidió medida de aseguramiento en contra del uniformado.

Pero la representante del ente investigador dijo que la reconstrucción de los hechos se hizo en base en lo investigado y no pidió medida de aseguramiento, porque no procedía al delito imputado.