Al anunciar las últimas medidas de prevención para evitar la propagación del COVID-19 en Bogotá, la alcaldesa recomendó a los habitantes de la ciudad utilizar tapabocas quirúrgico convencional, porque el de tela, que se ha venido usando desde el año pasado, cuando empezó la pandemia, no garantiza protección frente al coronavirus.

La Superintendencia, en una carta firmada por María Catalina Gastelbondo, coordinadora del Grupo de Trabajo para la Protección y Promoción de la Competencia, se le pide a López, que remita, antes del 3 de febrero, "la explicación que sustenta la sugerencia realizada en el comunicado y los documentos que la soportan".

Según la funcionaria, esta recomendación podría afectar la dinámica de competencia en el mercado de los tapabocas en Bogotá. Comerciantes de la ciudad le habían manifestado su malestar a la alcaldesa por esta afirmación, porque muchas empresas que operan en la ciudad empezaron a producir tapabocas como un mecanismo para adaptarse a la pandemia.