"El presidente va a cumplir un año enfermo y su ausencia en el país es cada vez más notoria. En los últimos dos meses su presencia es muy escasa y su relación con la sociedad prácticamente se hace por Twitter o por teléfono", dijo a la AFP la historiadora Margarita López Maya.
Habitualmente omnipresente en la vida de los venezolanos y acostumbrado a presidir decenas de actos oficiales, Chávez, de 57 años, ha vivido el último año entre Caracas y La Habana, donde ha pasado más de un centenar de días para tratarse un cáncer del que se desconoce su naturaleza y gravedad.
Aunque no ha dejado de gobernar desde la capital cubana, rechazando delegar sus funciones en el vicepresidente, el mandatario ha reducido sus apariciones públicas a través de los medios estatales y desplegado a sus ministros para aumentar la presencia del gobierno en todo el país.
Según López Maya, la enfermedad de Chávez "ha dado más espacio a los ministros y dirigentes políticos del oficialismo, que están haciendo grandes esfuerzos por dar la impresión de que controlan la situación y que hay institucionalidad" pese a la ausencia del mandatario.
Asimismo, este despliegue trata de "mantener la expectativa de que Chávez va a llegar al 7 de octubre", cuando se celebrarán las elecciones presidenciales en las que el gobernante, desde 1999 en el poder, buscará un tercer mandato, añadió.
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