Al menos 14 personas resultaron heridas por la explosión de una bomba en un mercado de Herat, una de las principales ciudades de Afganistán, después de los ataques que el martes causaron 50 muertos, informó una fuente policial.

El artefacto estaba adosado a una bicicleta, explicó el jefe de la policía de Herat, Sayed Abdul Gafar Sayedzada. El ataque, que se cometió a distancia, se produjo en un bazar, precisó Mohyedin Nori, portavoz del gobierno provincial.

Según Sayedzada, 14 personas, todas ellas civiles, resultaron heridas en la explosión. Según Mohamad Rafiq Shirzai, portavoz del hospital regional de Herat, fueron 18 personas, entre ellas tres mujeres, las fueron trasladadas al centro.

Cincuenta personas, la mayoría civiles, murieron en los atentados que tuvieron lugar en cuatro provincias afganas el martes, la jornada más sangrienta del año 2012 para los civiles de Afganistán.

Dos de los ataques ocurrieron en mercados de las provincias de Nimroz, donde un triple atentado suicida dejó 30 muertos y 130 heridos, y de Kunduz, donde 11 civiles perdieron la vida cuando una moto bomba explotó.

Otras cinco personas murieron el martes durante una emboscada en Badajshan y otras cuatro fallecieron en Helmand cuando su vehículo pasó sobre una mina.

Expulsados del poder a finales de 2001 por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, los talibanes combaten al gobierno afgano y a sus aliados de la OTAN. Los atentados suicidas y las bombas de fabricación casera son sus armas predilectas.

A pesar de que la mayoría de las tropas extranjeras dejarán Afganistán a finales de 2014, éstas continúan siendo, junto al ejército y a la policía afganos, blanco de los rebeldes.

Sin embargo, los civiles son los que pagan el mayor tributo en este conflicto. En 2011, más de 3.000 de ellos murieron por la violencia, según la ONU, el peor balance en los 11 años de combates. De acuerdo con la misma fuente, más de 13.000 civiles afganos perdieron la vida a causa de la guerra desde 2007.