"No tenemos ninguna duda de que el gas fue utilizado. La conclusión del laboratorio es clara: hubo gas sarín", dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, a una red de televisión local.

De acuerdo con Fabius, los exámenes fueron realizados en dos muestras, una de ellas aportada por dos periodistas de un periódico francés, aunque no ofreció detalles sobre la segunda muestra.

"En el segundo caso (analizado por Francia), hemos remontado toda la cadena y no hay ninguna duda de que fueron el régimen y sus cómplices" quienes lo utilizaron, dijo Fabius

De esta forma Francia es el primer país a mostrarse tan categórico sobre la utilización de armas químicas en Siria, una posibilidad mencionada regularmente desde hace varios meses por diversos países.

El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó a decir que el uso de armas químicas sería una "línea roja" que no debía ser cruzada.

"Se ha cruzado una línea, incuestionablemente. Estamos debatiendo con nuestros asociados qué es lo que se puede hacer y todas las opciones están sobre la mesa. O bien decidimos no reaccionar o entonces reaccionamos, incluyendo de forma armada, donde esté el producto, donde esté almacenado el gas", añadió.

"Es necesario reaccionar y al mismo tiempo no bloquear la eventual conferencia de paz", apuntó, en referencia a la conferencia Ginebra 2, impulsada por Estados Unidos y Rusia para abrir negociaciones entre las dos partes en guerra civil en Siria.

En tanto, Washington reaccionó rápidamente a las acusaciones francesas y considero que inmediato que eran necesarias pruebas complementarias.

"Debemos aumentar el número de pruebas en nuestra posesión (...) antes de tomar una decisión", dijo a periodistas el portavoz del presidente Barack Obama, Jay Carney, al agregar que "nos falta investigar más".

La comisión investigadora de la ONU sobre Siria denunció el martes el uso de "cantidades limitadas de agentes químicos" en por lo menos cuatro ocasiones en Siria, en marzo y abril, pero no logró identificar precisamente la naturaleza de esos agentes ni los responsables por su utilización.

El sarín es un poderoso gas neurotóxico, inodoro e invisible. El simple contacto del gas con la piel bloquea la transmisión de influjos nerviosos y provoca paradas cardiorrespiratorias. La dosis letal es de medio miligramo para un adulto.

Otro informe de la ONU presentado en Ginebra afirmó que "los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad se habían convertido en una realidad cotidiana" en Siria, y mencionó el uso de armas químicas, matanzas indiscriminadas y la tortura.

Estoy espantada por la violencia y la crueldad de los actos criminales, especialmente los actos de tortura", declaró Carla del Ponte, integrante de la Comisión investigadora.