"Me provoca una inmensa pena haber hecho eso. Deseo disculparme (...) Quiero antes que todo expresar mis condolencias a los allegados a las víctimas", declaró Holger G., que comparece por "apoyo a una asociación terrorista".
Holger G. es el primer acusado que se disculpa en este proceso, el más importante sobre crímenes neonazis en la Alemania de posguerra.
Está acusado de haber ayudado a un grupúsculo de extrema derecha, "Clandestinidad nacional-socialista" (NSU), compuesto por Uwe Bohnardt y Uwe Mundlos, dos hombres que se suicidaron en 2011 y que son sospechosos de haber matado a 10 personas (nueve de ellas por motivos xenófobos), entre 2000 y 2007, y por Beate Zschäpe, de 34 años, la principal acusada del proceso, que escapó a la policía durante años y también está siendo juzgada actualmente.
Este caso estuvo caracterizado por una serie de escándalos en torno a la investigación y reveló graves fallas en la organización de la policía y de los servicios secretos.
Una comisión de investigación parlamentaria trabaja actualmente en este caso.
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