Manifestantes rechazan ultimátum de Erdogan para desalojar el parque Gezi

AFP - EL NUEVO DÍA
Los manifestantes que ocupan el parque Gezi de Estambul indicaron que se niegan a desalojarlo, pese al "último aviso" del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, instándolos a abandonar el lugar, foco de protestas desde hace dos semanas.

Erdogan lanzó una "última advertencia" a los manifestantes para que evacuen de inmediato el parque, donde se inició la protesta política que agita a Turquía desde hace dos semanas.

Tras haber ofrecido la víspera un referéndum para zanjar públicamente el futuro del parque que originó la crisis, el jefe de gobierno volvió a mostrarse firme este jueves y exigió a los cientos de personas que lo siguen ocupando que abandonen el lugar lo antes posible.

"Hemos tenido paciencia hasta ahora, pero la paciencia se está agotando. Lanzo mi último aviso: madres, padres, por favor, retiren a sus hijos de ahí", dijo Erdogan en un discurso en Ankara ante los alcaldes de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado).

"Nos quedaremos en el parque Gezi con nuestras tiendas de campaña, nuestros sacos de dormir, nuestras canciones, nuestros libros, nuestros poemas y todas nuestras reivindicaciones", declaró en rueda de prensa el abogado Can Atalay, en nombre de la principal coordinadora de los manifestantes, Solidaridad Taksim.

Los manifestantes también rechazaron la propuesta de Erdogan de llevar a cabo un referéndum sobre el proyecto de acondicionamiento del parque Gezi.

"No vivimos todos estos ataques que dejaron muertos e hirieron a alrededor de cinco mil conciudadanos para que se organice un referéndum", recalcó Atalay.

El miércoles por la noche, el primer ministro hizo un gesto al proponer, en una reunión de una decena de "representantes" del movimiento de protesta elegidos por las autoridades, un referéndum municipal sobre el proyecto de acondicionamiento de la plaza y el parque.

Pero el vice primer ministro, Huseyin Celik, que dio cuenta del encuentro, sugirió de inmediato que esta oferta no podría concretarse sin la evacuación de sus ocupantes, que siguen desafiando al gobierno.

Rechazo de los manifestantes

Entre las filas de los manifestantes, la idea de un referéndum ha sido acogida fríamente.

"Ya hay una decisión de justicia, que impuso el cese de las obras de acondicionamiento del parque Gezi. En estas condiciones, no es legal contemplar una consulta popular para decidir el futuro del parque", declaró a la AFP Tayfun Kahraman, de la principal coordinación de los ocupantes del parque, Taksim Solidario.

El 31 de mayo, un tribunal administrativo de Estambul había ordenado la suspensión de las obras de reconstrucción de un cuartel de la época otomana en la plaza del parque, a la espera de un juicio sobre la legalidad del proyecto del gobierno.

"No estamos de acuerdo (con el referéndum), no nos fiamos del gobierno", zanjó por su parte un manifestante, Iskender Sisman, de 29 años. "Tayyip tiene que disculparse por todo lo que ha hecho, por el parque, por los gases lacrimógenos".

Erdogan apartó el jueves toda objeción jurídica y confirmó su voluntad de consultar a los habitantes de la megalópolis turca. "No hay impedimento legal", aseguró.

Los últimos manifestantes presentes en el parque Gezi recibieron el miércoles por la noche el apoyo de varios miles de personas que volvieron a tomar la plaza Taksim al grito de "Gobierno, ¡dimisión!", a pesar de la presencia de cientos de policías, antes de dejar el lugar sin incidentes durante la noche.

Críticas del Parlamento Europeo

Por otra parte, en una resolución adoptada a mano alzada, los diputados europeos expresaron el jueves su "profunda preocupación" frente a la "violencia excesiva" y la "intervención brutal de la policía" en Turquía contra "manifestaciones pacíficas y legítimas".

Turquía, "como candidato a la adhesión a la Unión, debe respetar y promover la democracia y reforzar los derechos y libertades democráticas y humanas", subrayaron los disputados.

No se hizo esperar la reacción del ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, quien estimó "inaceptable" esta resolución del Parlamento Europeo. Turquía es una "democracia de primera clase" y no tiene que recibir lecciones de nadie, aseguró.

Seguro del apoyo de una mayoría de turcos, el primer ministro Erdogan ha adoptado, desde el inicio de la crisis, un tono muy firme en contra de los manifestantes, que denuncian su tendencia autoritaria y lo acusan de querer "islamizar" a la sociedad turca.

Según el último balance publicado el martes por el sindicato de médicos turcos, la oleada de protestas dejó cuatro muertos (tres manifestantes y un policía) y unos cinco mil heridos, decenas de ellos de gravedad.

Credito
AFP

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