El hallazgo del cuerpo de un niño sepultado por un deslizamiento de tierra en el estado de Minas Gerais y de los restos de un hombre igualmente sepultado por lama y piedras en Espíritu Santo, elevó a 34 el número de muertos por las lluvias que castigan el sudeste de Brasil, según fuentes oficiales.
Los comandos de la Defensa Civil en Espíritu Santo y Minas Gerais, los dos estados más afectados por las lluvias de los últimos diez días, informaron que 53 mil 100 personas tuvieron que abandonar sus viviendas por inundaciones y deslizamientos.
Según el último boletín de la Defensa Civil, 24 ciudades de Minas Gerais declararon calamidad pública para facilitar el envío de ayuda a las 4.150 personas desalojadas de sus viviendas.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que la prioridad del Gobierno es rescatar a las familias afectadas y ofrecer abrigo a los que perdieron su vivienda.
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EL NUEVO DÍA
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