Luego de que mejoraran las condiciones meteorológicas y calmarse parcialmente las corrientes marinas en las aguas en el Suroeste del país, los buzos lograron por fin iniciar las tareas de rescate dentro de la nave, lo que ha permitido de momento recuperar 21 cuerpos más.

Así, la lista de fallecidos suma de momento 58 personas, mientras 244 desaparecidos, la mayoría estudiantes de 16 y 17 años, permanecen en el interior del barco desde que se produjera el naufragio el pasado miércoles, por lo que las posibilidades de hallar supervivientes son prácticamente nulas.

La desesperación se apoderó un día más de los familiares de las víctimas, concentrados en un polideportivo de la localidad costera de Jindo, donde también está la base de operaciones de los servicios de rescate.

“El Gobierno es el asesino”, gritaban padres de los jóvenes desaparecidos durante una improvisada protesta colectiva.

Aferrados al hilo de esperanza de que queden supervivientes atrapados en bolsas de aire dentro del barco, acusan a las autoridades de no esforzarse de la suficiente manera, tomar decisiones erróneas y proporcionar información incorrecta.

Mientras tanto, la transcripción del diálogo con la torre de control de la isla de Jeju, a la que se dirigía el transbordador, reveló que el capitán tardó 40 minutos en dar la orden de evacuación a los pasajeros.

El capitán no ordenó evacuar hasta pasadas las 9:30, ya con el barco volcado más de 45 grados, y a las 9:37 abandonó la cabina y fue de los primeros en ser rescatado junto con la tripulación.

Lee Joon-seok, de 69 años de edad, reconoció ayer haber demorado la evacuación para proteger a los pasajeros ante las condiciones adversas del mar y la imposibilidad de desplegar embarcaciones de rescate.