La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza continuaba sin descanso ayer, a pesar de los más de 620 palestinos y 29 israelíes muertos en dos semanas días de conflicto, y del llamado del secretario general de Naciones Unidas a “parar de pelear”.

Tras una visita a Egipto, tradicional mediador con Hamas, el jefe de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó en Tel Aviv un cese de hostilidades, en una comparecencia conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

“Mi mensaje es el mismo para israelíes y palestinos: paren de pelear. Empiecen a hablar”, dijo Ban, quien instó a ambas partes a “tratar las raíces del conflicto para no estar en la misma situación dentro de seis meses o un año”.

El objetivo anunciado por Israel es casi idéntico a los dos conflictos precedentes con Hamas: desarmar a este movimiento islamista, que controla la Franja de Gaza, terminar con el lanzamiento de proyectiles, destruir sus túneles y detener las “infiltraciones” en Israel de combatientes palestinos.

Propuesta constante

Luego de reunirse en El Cairo con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, instó de nuevo a Hamas a aceptar la propuesta egipcia de alto el fuego, al considerarla como un “documento marco” para detener la violencia iniciada el 8 de julio.

Hamas, que rechazó esta iniciativa aceptada por Israel la semana pasada, reclama el levantamiento del bloqueo israelí impuesto a Gaza en 2006, así como la liberación de prisioneros y la apertura de la frontera con Egipto.