Las cajas negras del avión de Swiftair deben llegar hoy a Francia

AGENCIAS - el nuevo día
Desde el accidente mortal del avión MD-83 el pasado jueves, en el que, según las autoridades francesas, viajaban 118 personas, Francia ha tomado la iniciativa tanto en las operaciones de búsqueda, como en la recuperación de los restos mortales y en las investigaciones.

RESUMEN AGENCIAS

Las dos cajas negras del avión de la compañía española Swiftair que se estrelló el pasado jueves en el este de Mali, cuando volaba para Air Algérie, deben llegar hoy al organismo oficial francés encargado de los accidentes aeronáuticos, el BEA, en Le Bourget, cerca de París.

El director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Rémy Jouty, señaló ayer en una entrevista que las cajas han estado “en manos de las autoridades de Mali”, que es a quienes corresponde dirigir las pesquisas del siniestro por ser el país donde se produjo, pero “nos han pedido ayudarles”.

Por eso, el traslado a Francia desde la ciudad de Gao en el norte de Mali, adonde se llevaron en un primer momento, se ha organizado “muy rápidamente” y los expertos “desde hoy” las esperan en Le Bourget para explotar su contenido, según explicó Jouty.

Y contó que la que registra los parámetros del vuelo “ha resultado poco dañada”, por lo que hay grandes esperanzas en que se puedan recuperar sus datos.

En cuanto a la segunda, la que graba las conversaciones producidas en la cabina, “parece mucho más dañada”, aunque añadió que es demasiado pronto sacar conclusiones de esa primera constatación y el BEA confía en que pueda aportar informaciones.

Jouty comentó que, a la vista del espacio muy reducido en el que se han encontrado los restos del aparato -alrededor de nueve hectáreas-, se puede suponer que hubo “un impacto de una extrema violencia” al chocar contra el suelo, y que se produjo a “gran velocidad”.

Uno de los forenses de la Gendarmería francesa enviados al lugar de la región de Gossi, en Mali, donde se estrelló el MD-83 de Swiftair, aseguró que no han sido encontrados cadáveres enteros, lo que da a entender que por la dureza del choque se desintegraron.

Más de 200 militares, buena parte de ellos franceses, se encargan de garantizar la seguridad del sitio al que cayeron los fragmentos del avión, una zona de sabana en plena estación de lluvias a casi 10 horas de camino por tierra de Gao.

Credito
EL NUEVO DÍA

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