Libia está sumida en el caos y la violencia

AFP, TRÍPOLI

AFP, TRÍPOLI

El gobierno saliente de Libia, exiliado en el este del país, reconoció ayer que ya no controla los ministerios y los servicios del Estado en Trípoli, poniendo de manifiesto la deriva de este país en manos de las milicias armadas e incapaz de finalizar el proceso de transición política.

“Las sedes de los ministerios y de los servicios del Estado en Trípoli están ocupadas por milicianos armados (en su mayoría islamistas) que impiden el acceso de los funcionarios y amenazan a sus responsables”, subrayó en un comunicado el Ejecutivo saliente.

El Gobierno, que presentó su dimisión el pasado jueves, dijo que estaba en contacto con responsables para tratar de “garantizar desde lejos la continuidad de estos servicios”.

Las milicias armadas imponen su ley en Libia, sumida en el caos, frente a unas autoridades que no logran restaurar el orden desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, tras ocho meses de rebelión armada apoyada por los países occidentales.

Credito
EL NUEVO DÍA

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