Marea humana inunda Madrid pidiendo el cambio prometido por 'Podemos'

AFP - EL NUEVO DÍA
¡Sí se puede!", rugían este sábado miles de personas llegaron a Madrid de toda España en una "Marcha del Cambio" convocada por el partido antiliberal 'Podemos' que, alentado por el éxito de Syriza en Grecia, promete transformar el país.

En una soleada y gélida mañana de invierno, la multitud desfiló desde la céntrica plaza de Cibeles hasta la emblemática Puerta del Sol ondeando banderas republicanas e insignias violeta de este pequeño partido, nacido hace a penas doce meses y que ya está en cabeza de los sondeos al inicio de un año con varias citas electorales.

"¡Luego diréis que somos cinco o seis!", gritaban al unísono en un ambiente más reivindicativo que festivo.

"Esto es histórico, hay que vivirlo", decía emocionada Blanca Salazar, una auxiliar de geriatría de 53 años, desempleada desde hace tres, que había viajado en coche desde Bilbao, en el norte, con sus sobrinos y su marido, empleado en una imprenta "donde cobra mil euros al mes".

"Por fin creo que se va a generar el cambio tan esperado, desde hace tanto tiempo", afirmaba, pidiendo "un cambio de verdad, que no nos engañen más".

Tras siete años de crisis, España vivió en 2014 una reactivación económica que llevó su PIB a crecer un 1,4%, pero el coste ha sido alto: fuertes recortes en gasto público —especialmente en sanidad, educación y ayudas sociales— reformas para abaratar el empleo y el despido y la segunda tasa de pobreza infantil más elevada de la Unión Europea tras Rumanía.

Con un desempleo de cerca del 24%, el país cuenta 1,79 millones de hogares en los que nadie trabaja y de miles de familias perdieron sus viviendas al no poder hacer frente a los créditos inmobiliarios, mientras los bancos españoles recibían un rescate europeo de 41.000 millones de euros.

Al mismo tiempo el país ha visto multiplicarse los escándalos de corrupción, que implican a políticos de izquierdas y derechas, banqueros, sindicalistas, famosos e incluso una hija del rey Juan Carlos, que en junio abdicó a favor de su hijo Felipe VI en el momento más bajo de su popularidad.

"Romper todo lo que había" 

"Como se puede comprobar hay muchísima gente que está de acuerdo con un cambio. Ya está bien de que roben, de que los corruptos se lo estén llevando todo y no podamos hacer nada", se indigna Dori Sánchez, una maestra de 23 años, desempleada, que viajó a Madrid desde Alicante, en el este del país, junto a una veintena de amigos.

De 'Podemos' aprecia "la implicación social que tienen". "Cuando los oyes hablar y cuando ves su programa, todo es social, todo es para la gente, no se centran en los bancos y en el capital", afirma.

Para muchos manifestantes, los dos grandes partidos, el gubernamental Partido Popular de Mariano Rajoy (PP, derecha) y el Partido Socialista (PSOE, principal fuerza de oposición) forman parte de una misma clase política, "la casta" como la denomina el líder de Podemos, el carismático Pablo Iglesias, un profesor de ciencias políticas de 36 años.

"La política siempre ha estado apartada de lo social y esto debía cambiar", afirma esperanzado José, un informático de 24 años que prefiere no dar su apellido. "La gente tenía ganas y estaba esperando algo como Podemos, gente joven que entrara con ganas a romper todo lo que había", agrega.

Esta gran manifestación tiene lugar menos de una semana después de la victoria en Grecia del parido de izquierda Syriza, cuyos dirigentes han hecho regularmente campaña junto a los de Podemos.

Surgidos en dos de los países europeos que más han sufrido la crisis, ambos partidos rechazan las consignas de austeridad de la troika formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea.

España celebrará elecciones municipales y regionales en mayo, y a finales de año legislativas a nivel nacional. Y la victoria de Syriza podría impulsar a Podemos, que en mayo ya dio la sorpresa en los comicios europeos obteniendo 1,2 millones de votos y cinco diputados.

El partido de Iglesias es duramente criticado por PP y PSOE, que lo acusan de populismo y de poner en peligro la frágil recuperación económica prometiendo "la luna e incluso el sol".

Credito
AFP

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