Resumen agencias

El corralito en Grecia empieza a tomar cuerpo. El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, anunció la puesta en marcha de medidas de control de capital en todo el país. La primera, el cierre de las oficinas bancarias durante el día de hoy. Previsiblemente, tampoco abrirá la Bolsa.

La decisión del BCE de no conceder más liquidez de urgencia a Grecia ha abocado prácticamente a sus entidades bancarias al corralito.

En un discurso televisado, Tsipras acusó al Banco Central Europeo, BCE, de obligarle a tomar esta decisión. El mandatario heleno hizo un llamado a la calma y ha garantizado la seguridad de los depósitos de los ciudadanos griegos, aunque admitió que la situación conllevará restricciones en la retirada de depósitos

Al mismo tiempo, informó a los ciudadanos griegos que solicitó nuevamente a los acreedores, en concreto al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y a los líderes de la Eurozona, una prórroga de unos días del rescate, petición que ya fue rechazada por el Eurogrupo.

El periódico griego Proto Thema fue más allá y aseguró que el cierre de las entidades financieras podría durar una semana, hasta el 6 de julio, el día después del referéndum donde los griegos se pronunciarán sobre si Grecia debería aceptar la última propuesta de la troika (BCE; Comisión Europea y FMI).

¿Por qué la medida?

La apurada situación financiera de Grecia se ha hecho prácticamente insostenible después de que los acreedores rechazaran la petición de Atenas de prorrogar el programa de rescate, que vence el próximo martes, 30 de junio, fecha en la que Gobierno heleno debería hacer un desembolso de US$1.674 millones al FMI.

En los últimos días, tras la ruptura de las negociaciones con los acreedores, han proliferado las colas ante las oficinas y cajeros de los bancos griegos. Los síntomas de escasez de efectivo han empezado a dejarse notar ya, con muchos cajeros que en las últimas horas se han quedado vacíos de dinero.