La semana pasada fueron halladas toneladas de almejas muertas en la provincia Ha Tinh (centro), en la misma zona donde ya habían sido encontradas grandes cantidades de peces muertos a principios de abril.
Fue un descubrimiento que conmocionó a la opinión pública, tras ver cómo la industria pesquera local sufría graves consecuencias.
Se sospecha que el grupo taiwanés Formosa, que posee un gran complejo siderúrgico en la región, fue responsable de la contaminación que provocó el desastre.
Los manifestantes ocuparon las orillas del lago Hoan Kiem, del Centro de Hanói.
La investigación oficial sigue abierta, pero la prensa oficial pone su punto de mira en un acueducto de 1, 5 kilómetros que transfiere las aguas residuales de la acería de Formosa hasta el mar.
Aunque el grupo Formosa ya está relacionado con otros escándalos medioambientales en varios países, los investigadores vietnamitas todavía no han podido establecer un vínculo directo entre las actividades de la fábrica de acero y la muerte masiva de los peces y las almejas.
Las autoridades del país, por su parte, reconocieron fallos en su respuesta frente a este desastre ecológico.
El Centro de Vietnam cuenta con múltiples instalaciones industriales. Pero la exportación de peces y mariscos es también importante, gracias a sus tres mil kilómetros de costa. El año pasado, este sector produjo cinco mil 800 millones de euros.
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