Méndez de Vigo afirmó que esta posibilidad es “una falacia” y una “pretensión irrealizable” porque va no solo contra cualquier normativa jurídica, sino también “contra todo sentido común”.
Puigdemont aspira a ser investido presidente del Gobierno catalán, pero está en Bruselas para no responder a la Justicia española, que lo investiga por posible rebelión, entre otros delitos, por su participación en el proceso independentista de esa región española.
Por eso, pretende ser elegido por vía telemática, pero en el caso de que se produjera, el Ejecutivo central está preparado para recurrirlo de manera inmediata, al considerar que hay razones jurídicas que avalan que la investidura del presidente tiene que ser presencial y el candidato “tiene que hablar desde la tribuna o el escaño, no desde el plasma”.
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