Días de furia en Hong Kong

INTERNET - EL NUEVO DÍA
La isla, acostumbrada a no tener sobresaltos, afronta un período de tensión, ante el temor de sus habitantes de perder sus libertades a medida que crece la injerencia china.

Hong Kong vive días de furia, al calor de reivindicaciones por su autonomía de China y en un contexto de crisis política, la más grave de las últimas décadas en la excolonia británica.

La violenta incursión a la sede del Parlamento hongkonés, entre el lunes y ayer, es el más reciente capítulo del clima de tensión con multitudinarias manifestaciones protagonizadas en la isla en el último mes, cuyo detonante ha sido un proyecto de ley de extradición que permitiría enviar sospechosos a China continental.

Para calmar los ánimos, el gobierno de Carrie Lam decidió suspender sin fecha la polémica ley. Sus detractores afirman que es un golpe a las libertades y haría que cualquier persona en Hong Kong sea vulnerable a ser retenida y enviada a la frontera por motivos políticos.

En efecto, es la crisis más grave en la antigua colonia británica en el último tiempo, si bien la transición fue pacífica y se cumplió con lo acordado, señala Alexánder Emilio Madrigal, politólogo e investigador de la Universidad Nacional de Colombia.

“Hasta hoy vemos esa reacción antichina, esto, en efecto, va más allá del rechazo a la ley de extradición y tiene que ver más con una reivindicación si se quiere nacionalista, de mantener independencia de China”, explica.

Desde su punto de vista, falta ver quiénes están detrás de todo esto, pero dice que lo cierto es que se quiere canalizar el descontento frente al gobierno de Pekín, bajo la excusa de la ley de extradición para hacer una movilización política o abrir un escenario independentista de China, al que, sin duda, le interesa mantener su control, soberanía y dominio.

Madrigal estima que la preocupación será que esto sirva para que otras regiones autónomas quisieran buscar su independencia, por lo que no descarta que “China seguramente aplicará mano dura, e impediría que cualquier movilización social lleve a un desorden mayor”.

Igualmente, advierte que todo lo que está pasando en Hong Kong se da en un contexto internacional actual de confrontación comercial de China con Estados Unidos y sus pretensiones hegemónicas sobre toda la región del Asia.

La coyuntura hongkonesa, en realidad no es fuera de lo ordinario, opina por su parte, David Castrillón, profesor de la Universidad Externado de Colombia.

Recuerda que desde que regresó al dominio de China en 1997, ha tenido “una situación política bastante volátil, y es una zona de China con una cultura política muy estruendosa”.

Entonces, a su juicio, no es necesariamente una crisis que no se haya visto antes, y de hecho, considera que las fracturas y las divisiones en el pueblo hongkonés son muy similares a cualquier democracia occidental, si bien se han tornado violentas.

Para él, es difícil de pensar que la actual situación vaya a desembocar en una independencia o la salida de Lam del poder. “Es una situación que llama la atención, pero no se sale de lo que es la cultura política convencional de Hong Kong”, subraya.

 

Un país, dos sistemas

Aunque la chispa que encendió las manifestaciones fue el proyecto de ley de extradición, explica que la iniciativa fue vista por una parte del pueblo hongkonés como un cierto tipo de influencia china.

En ese sentido, Castrillón describe que la gasolina que prendió esa chispa es la pregunta que se hacen los hongkoneses sobre su propia identidad: ¿es Hong Kong simplemente otra cuidad China o es algo aparte?

Y es allí, agrega, donde precisamente surge la implicación del concepto de un país, dos sistemas. En otras palabras, Hong Kong hace parte de China, pero cada uno tiene sus propios sistemas, tanto político como económico, judicial y social, y decide cómo es su manejo.

“Hong Kong hace parte de China, no cabe duda de ello, pero esto no significa que sea una ciudad más de China, como lo es Shanghai o Beijing”, recalca el analista.

A su modo de ver, el rol de China es “ambiguo”, por la estructura de un país con dos sistemas, porque no puede hacer tanto, si hay minoría que está tratando de separar a Hong Kong de China, es como si una minoría de San Andrés Islas quisiera separarse de Colombia”.

 

Sistema judicial, en vilo

Lo que observa Alejandro Alvarado, profesor universitario y analista internacional, es que el discurso de una China, dos sistemas está vigente, y lo que está en puja y todo este contexto es una lucha por la independencia y uno de los elementos más importantes de ésta, es el sistema judicial.

Así las cosas, dice que el punto en torno a la extradición, “expone a todos los ciudadanos a un sistema judicial chino que dista demasiado de las garantías procesales en los temas que son juzgados por los tribunales chinos”, citando por ejemplo la libertad de usos de redes sociales, de medios, actividades comerciales e incluso, abrir la posibilidad de la persecución de líderes políticos de Hong Kong por parte de la justicia china.

En su criterio, “hay unos debates que resultan foráneos para la gente de Hong Kong”.

 

Dato

Hong Kong fue colonia británica desde 1842 hasta 1997, después de que China perdió la  primera Guerra del Opio.

 

Cifra

7, 5 millones de habitantes, aproximadamente, tiene la isla, localizada en el sureste de China.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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