USA 2020 la hora de la verdad

VANGUARDIA LIBERAL - EL NUEVO DÍA
A más de un año de las presidenciales, el ambiente político en Estados Unidos está polarizado, mientras el presidente Trump prepara el camino hacia su reelección.

Mientras el presidente Donald Trump sigue haciendo alarde de su particular forma de gobernar, rompiendo el molde en política exterior de sus antecesores y cumpliendo al pie de la letra con sus promesas electorales, al embarcarse en su tercer año de mandato, alista su campaña camino a la reelección en 2020 en medio de un contexto político hostil dentro y fuera de su partido Republicano.

A Trump le resta más de un año para dar vuelta a un escenario que aún se muestra incierto para persuadir a la mayoría de los estadounidenses que lo ve negativamente, tras cerrar el 2018 con una desaprobación cercana al 56%, aunque mantiene un sólido apoyo de su base de votantes (estadounidenses blancos de clase media) quienes lo llevaron al poder.

Desde su asunción, muchos estadounidenses se han mostrado ansiosos por resistir frente a lo que el magnate neoyorquino representa y lo que ha hecho durante su mandato.

Tampoco hay que negar que ha intimidado a sus propios correligionarios republicanos por ser un líder atípico para la política norteamericana, combativo e irreverente, lo que podría frustrar sus aspiraciones de extender su permanencia en la Casa Blanca cuatro años más.

Antes que nada, Diego Cediel, analista político, destaca que Donald Trump está cumpliendo con gran parte de sus promesas de campaña, y eso a su juicio, le está dando cierto margen de maniobra y gobernabilidad de manera autónoma e independiente sin importar si el partido Republicano esté o no de acuerdo con sus políticas.

En efecto, recuerda que Trump subió a la Presidencia, generando resistencias dentro del staff más clásico del partido. “Entonces no es que haya consonancia absoluta entre los republicanos y Trump”, recalca Cediel.

Ahora bien, afirma que los republicanos saben que están en el poder, y saben que tienen una buena oportunidad de reelegirse, entonces debido a que Trump ha ganando peso propio cumpliendo su agenda política y sus promesas de campaña.

Por esa razón no es de extrañarle que vayan a ceder muchas figuras del partido Republicano para irse acercando de manera paulatina hacia Trump con el ánimo de mantener la Casa Blanca.

 

¿Ruptura republicana?

No obstante, Camilo Enciso, internacionalista de la Universidad del Rosario, no descarta que los desatinos de la Administración Trump pueden generar como resultado una ruptura del partido Republicano.

“Hay republicanos que quieren distanciarse de Trump por varias razones. Algunos porque no comparten los valores sectarios y autoritarios que Trump y su gente defienden. Otros, porque ya observaron -en las elecciones de Congreso pasadas- la derrota que seguir con Trump les puede significar seguir, dado el creciente descontento popular. Otros más, porque ven en el desprestigio de Trump la oportunidad para competir contra él en la carrera por la Presidencia”, opina.

Una apreciación similar comparte Suelen Castiblanco, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de La Salle, quien considera que la forma tan errática de gobernar de Trump, como por ejemplo echar para atrás el shutdown (cierre del Gobierno) y luego declarar una emergencia nacional, está afectando al gobierno republicano.

“Mucha gente ya no ven en el partido Republicano a alguien que pueda tener el polo a tierra y garantizar la continuidad en un conjunto de políticas, formular un plan de gobierno estable”, subraya la experta en Estados Unidos.

Para ella, es claro que incluso antes de la elección de Trump en 2016, dentro de su mismo partido ya hubo varias voces disidentes, que nunca apoyaron su candidatura, aun cuando eran republicanos de carrera.

“Desde antes ya aseguraban que la Presidencia de Trump que los llevaría al punto en que se encuentra ahora”, remarca Castiblanco, tras señalar que eso quedó en evidencia, en las elecciones de medio término de noviembre pasado, donde muchos estados que eran tradicionalmente republicanos tuvieron victorias demócratas, alterando con ello el escenario electoral para el próximo año.

Incluso, advierte que las amenazas que se ciernen sobre Trump, relacionadas con u impeachment (juicio político) por la posible injerencia rusa en las elecciones de 2016, sumado a una fuerte oposición que enfrenta en el Congreso de Estados Unidos, afectará su posicionamiento de cara a las presidenciales de 2020.

 

Dos frentes de batalla

Así pues, además de tener que librar la batalla con los demócratas, va a tener que librar dentro de su propio partido para recibir el apoyo, “es un hecho sin precedentes que un partido no respalde a su líder natural” con el riesgo de que sus decisiones catapulten a otros candidatos republicanos como Marco Rubio y Ted Cruz en la carrera por la nominación republicana.

Y aquí, donde precisamente los demócratas pueden capitalizar las fisuras del partido Republicano forjando una coalición temprana alrededor de un candidato que cuente con amplio respaldo popular, agrega Enciso.

En ese sentido, explica que aunque el independiente afín a los demócratas Bernie Sanders ya anunció su candidatura, “sus posturas más proclives a un liberalismo de izquierda, podrían acelerar el proceso de unión alrededor de la figura de Joe Biden, ampliamente popular por su gestión como vicepresidente y hombre de confianza de Barack Obama”.

Pero en el caso de Sanders, Cediel dice que la apuesta está más bien enfocada en si ocurre algún tipo de sorpresa, casi como la que Trump causó en su momento al llegar a la Casa Blanca, ya que el político independiente genera mucha resistencia dentro de la empresa privada y los sectores gremiales y productivos.

Y al referirse a las investigaciones de la trama rusa, dice que esta no ha dado resultados contundentes, así que considera que la cuestión girará en torno más en lo que Trump ha cumplido con su agenda política y, además, poniendo cierto protagonismo de Estados Unidos en temas como Corea del Norte y Venezuela.

 

Dato

La atención se centra en la investigación sobre la injerencia rusa y determinar si Trump obstruyó la justicia al cesar al entonces director de la CIA, James Comey.

 

Dato

El senador liberal Bernie Sanders, anunció ayer que competirá por la Presidencia de Estados Unidos.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA - VANGUARDIA LIBERAL

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