Los proyectiles de corto alcance, cuyo tipo exacto todavía está por determinar, alcanzaron una altura de 30 kilómetros y recorrieron una distancia de unos 230 kilómetros de vuelo antes de caer al mar de Japón (denominado mar del Este en las dos Coreas).
Estos últimos lanzamientos de Pionyang acontecen el mismo día que el país amenazó a Seúl con romper el diálogo bilateral en una aparente protesta por las maniobras militares que se encuentra desarrollando con Washington en territorio surcoreano y la decisión de Corea del Sur de potenciar su arsenal antimisiles.
Seúl, por su parte, publicó esta semana su nuevo plan quinquenal de defensa, en el que aboga por adquirir nuevos radares de detección de misiles y navíos equipados con sistemas de interceptación de proyectiles para hacer frente al aumento de los lanzamientos de Pionyang.
Corea del Norte indicó que el Sur se equivoca al pensar que “la fase de diálogo llegará naturalmente después de los ejercicios”.
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