La ofensiva, lanzada desde varios frentes a la vez, comenzó hacia las 01H00 locales del sábado (20H30 GMT del viernes), informaron las autoridades locales.

Los talibanes afirmaron que varios sitios importantes cayeron en su poder, mientras que la aviación afgana dijo que había realizado cinco bombardeos.

Responsables del ejército estimaron que disponían de fuerzas suficientes en la ciudad para repeler la ofensiva insurgente.

“Los combates continúan. Llegaron comandos de refuerzo a la ciudad que intentan repeler los ataques talibanes”, dijo por su parte un portavoz la policía local, Sayed Sarwar Husaini.

Se oían disparos en cuatro zonas de Kunduz, ciudad situada cerca de la frontera con Tayikistán, indicó un periodista de la AFP.

Un portavoz de los talibanes, Zabihulá Mujahid, informó por su parte que varios sitios importantes de la ciudad cayeron en manos de los insurgentes.

“Los talibanes atacaron la ciudad de Kunduz desde varias direcciones. Ahora estamos en la ciudad y ocupamos varios edificios públicos”, declaró Zabihulá a los periodistas.

La ofensiva demuestra que los talibanes “no creen en la oportunidad de paz impulsada por Estados Unidos y el gobierno afgano”, acusó en Twitter el portavoz del presidente afgano Ashraf Ghani, Sediq Sediqqi.

“Por un lado hablan con los estadounidenses y por el otro atacan las casas y las ciudades de la gente, no dejaremos sin respuesta este ataque”, agregó.

En 2015, los talibanes tomaron el control de Kunduz durante unos días, pero fueron desalojados por el ejército afgano apoyado por la aviación estadounidense.

En los combates de 2015, un avión estadounidense bombardeó el hospital de Médicos sin Fronteras (MSF) de Kunduz, causando la muerte de 42 personas, entre ellas 24 pacientes y 14 miembros del personal.

Desde entonces, los insurgentes intentaron varias veces conquistar la ciudad pero fue en vano.