Los retos de Giammattei

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Tras tres intentos fallidos de llegar a la Presidencia, el conservador Alejandro Giammattei con fuerte carácter y tendencias autoritarias, logra su objetivo 12 años después.

El conservador Alejandro Giammattei, elegido el mes pasado como el noveno presidente de la era democrática en Guatemala tras décadas de regímenes militares, encara serios desafíos si pretende propiciar un giro radical en el rumbo del país centroamericano.

Este médico de profesión de 63 años tendrá la difícil misión de superar tres problemas coyunturales: violencia, corrupción y pobreza. Sumado a esto, hacerle frente al espinoso tema migratorio, teniendo en cuenta que Guatemala registra los mayores índices de migración hacia Estados Unidos.

Una tarea nada fácil para este exdirector del sistema penitenciario guatemalteco y quien estuvo preso 10 meses tras la muerte de varios reclusos en 2006 y fue absuelto, ya que heredará un país con un 59% de pobreza, con cuatro expresidentes imputados por corrupción y, que reportó 4,914 homicidios en 2018, lo que lo convirtió en uno de los países más violentos de América Latina.

De hecho, ayer arrestaron a Sandra Torres, exprimera dama de Guatemala, acusada de un caso de corrupción de su partido en 2015 por presunto financiamiento electoral ilícito, y quien fue justamente la candidata presidencial que perdió el ballotage contra Giammattei el pasado 11 de agosto.

Mauricio Jaramillo, analista político y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, describe al nuevo gobernante como un hombre del establecimiento guatemalteco y como consecuencia de lo anterior, representa la política de continuidad de lo tradicional y el establecimiento fuerte que ha estado deslegitimado por escándalos de corrupción.

Giammattei, quien se apresta en enero de 2020 para asumir un mandato de cuatro años, es consciente de la situación. A lo largo de su campaña, prometió que luchará contra “la corrupción, la violencia y el desempleo”, y “reconstruir a Guatemala”.

Sin embargo, ha sido claro en expresar públicamente que renovará el mandato de la Cicig, una misión anticorrupción de la ONU que el saliente mandatario, Jimmy Morales, echó del país centroamericano. Justamente, la Cicig tiene hasta hoy, 3 de septiembre para abandonar Guatemala.

Es más, el saliente presidente Morales concluye su mandato con la popularidad por el piso y con un pedido de la Fiscalía para investigarlo por corrupción.

Entre los retos, Jaramillo enumera en primer lugar el tema de la seguridad ciudadana, señalando que las calles guatemaltecas son foco de violencia armada de bandas organizadas y pandillas.

Incluso, Giammattei apuesta por la creación de un Consejo Nacional de Seguridad para aumentar la presencia militar y garantizar un mayor control contra la violencia.

En segundo lugar, Jaramillo destaca el tema de alimentación especialmente de los niños, refiriéndose a la necesidad de implementar una política alimentaria que ataque el problema de raíz.

Lo anterior, considerando que uno de cada dos menores de cinco años sufre desnutrición crónica en este país, constituyéndose en el índice de desnutrición infantil más alto de América Latina y el cuarto a nivel mundial.

Por último, el experto califica el fenómeno migratorio como el reto más visible con efectos internacionales.

A juicio de Andrés Castro, decano e investigador de la Universidad Piloto de Colombia, el problema de corrupción es el primero que tendrá que atender el próximo mandatario de Guatemala, pues efectivamente en los últimos años se ha demostrado un gobierno en la cárcel, aludiendo a los expresidentes Álvaro Colom, Otto Pérez Molina y Alfonso Portillo.

“A pesar que viene una transición a cargo de Giammattei, y proponiendo un nuevo plan, será muy difícil la estigmatización de un país que viene afrontando problemas de pobreza”, asegura Castro.

En ese sentido, dice que es importante analizar lo que va a proponer este nuevo gobierno, además del impulso que dará al desarrollo económico y los sectores productivos del país, e ir pensando en tratar de fortalecer la economía que vive en los últimos años en una caída significativa.

Asimismo, el docente universitario explica que el país no ha podido salir de esa categorización de ser el segundo gobierno con menos popularidad en América Latina después del de Nicolás Maduro.

“Eso tiene de alguna manera que reflejar un fuerte cambio hacia el desarrollo de las estructuras políticas en términos de generar confianza hacia, no solo los ciudadanos, sino de la comunidad internacional”.

 

Prioridades en la agenda

 Para Andrés Ham, profesor asistente de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, concuerda con los expertos consultados en el sentido de que el combate a la corrupción será la prioridad del mandato de Alejandro Giammattei. Igualmente, menciona el tema de la migración, señalando que Guatemala así como el resto de los países centroamericanos necesitan el apoyo de Estados Unidos en esa materia.

En cuanto a la violencia, Ham recuerda que Guatemala sigue siendo un país violento con mucha inseguridad y se necesita proponer soluciones de corto y largo plazo para poder enfilar esta nación hacia un mejor camino. 

 

“Tercer país seguro”

 Castro llama la atención en cómo Giammattei tendrá que manejar que Guatemala sea el “tercer país seguro” tras el acuerdo firmado con EE.UU., y convertirse así en una especie de barrera de contención para los problemas de migración. Al respecto, Jaramillo apunta a que el acuerdo es muy incierto, porque debe ser avalado por el Congreso de ese país, si bien fue firmado por el actual presidente Morales.

Aunque Giammattei rechaza el impopular acuerdo, que ocho de cada 10 guatemaltecos rechaza, agrega que lo terminaría firmando ante la presión estadounidense, y todo va a quedar en manos del Congreso.

 

Destacado

El 59% de los 17,7 millones de guatemaltecos son pobres, pese a que el país tuvo en 2018 un crecimiento económico de 3,1%,.

 

Cifra

1,5 millones de guatemaltecos viven en Estados Unidos, de los cuales 400.000 tienen residencia legal.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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