Reino Unido, sin luz al final del túnel

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Al acercarse la fecha límite del 31 de octubre para el ‘divorcio legal’ entre el Reino Unido y la Unión Europea, después de 46 años de relación, la actitud de Boris Johnson reduce las posibilidades de acuerdo.

El tiempo corre y el primer ministro británico Boris Johnson usa sus últimos cartuchos para lograr que el Reino Unido deje “cueste lo que cueste” la Unión Europea, UE, a medida que se acerca la fecha límite del 31 de octubre.

En una arriesgada jugada para obtener suficientes concesiones por parte de Bruselas, Johnson presentó ayer su oferta final a la UE, con la esperanza de ver la luz al final del oscuro túnel del “Brexit”.

Propuso la controvertida salvaguarda o “backstop” irlandesa hasta 2025, es decir que no haya ningún tipo de controles en la frontera de Irlanda del Norte. Sin embargo, también lanzó un ultimátum y amenazó con salir del bloque de 27 países europeos sin acuerdo.

El llamado “backstop”, el mecanismo concebido para evitar que entre Irlanda (miembro de la UE) e Irlanda del Norte (territorio británico que saldrá de la UE la fecha del “Brexit”) tenga que levantarse una frontera física, ha sido el mayor escollo a superar de las negociaciones entre las partes.

Es decir, los límites fronterizos consagrados en los acuerdos de paz firmados en 1998 que pusieron fin a tres décadas de sangriento conflicto en la región.

Un final abrupto parece estar cerca, porque la idea de renegociar el acuerdo al que había llegado la UE con la antecesora de Johnson, Theresa May, en diciembre de 2018, es poco probable.

Por eso, a medida que pasan los días, aumenta el temor de que el Reino Unido termine por dar un ‘salto al vacío’, y ponga en riesgo la economía de su país, una vez se formalice su divorcio con la Unión Europea.

Ildiko Szegedy-Maszák, profesora investigadora de la Pontificia Universidad Javeriana, explica que la nueva propuesta de Johnson mantiene al Reino Unido en la Unión Aduanera hasta 20 de diciembre de 2020, y un año después, Irlanda de Norte aunque sale de la Unión aduanera, se mantiene alienada en regulación por cuatro años más.

Pero aclara que este último punto será “el Talón de Aquiles’ del acuerdo, “porque sin establecer detalles aplaza la respuesta al problema del backstop irlandés y realmente no funciona como una póliza de seguro para Irlanda”.

Por esta razón, según su opinión, si Irlanda y la UE aceptan dicha propuesta es porque quieren realmente afuera al Reino Unido del bloque europeo y no siente opción de reversa del “Brexit”.

En ese orden de ideas, Szegedy-Maszák cree posible que acepten y también en el Parlamento británico, lo cual dejaría una puerta abierta para elecciones en Reino Unido y, podría resultar en un gobierno de coalición liberal-laborista de regreso a la UE.

No obstante, advierte que el riesgo es que los británicos puedan otra vez votar por los conservadores y en este momento no se sabe a ciencia cierta si los electores británicos realmente quieren “Brexit” o no.

Además, recordó que en la Conferencia del Partido Conservador de esta semana, se dejó claro que la ruta es Get Brexit Done (Terminar el “Brexit”) con o sin acuerdo.

En esa línea, plantea varias opciones complejas para evitar “Brexit” sin acuerdo: aceptar un acuerdo renegociado por el Parlamento británico (muy probablemente sin salvaguarda irlandesa), pero no hay señas del nuevo acuerdo; si Johnson no envía la carta de extensión de fecha Brexit, según Benn Act- es decir obligarlo por acción judicial y por último, formar un gobierno de unidad nacional para aplazar el “Brexit” y llamar a elecciones.

De todos modos, aclara que la UE debe, ante todo, aceptar la petición de aplazo de fecha.

Por otro lado, considera que en la oposición no hay acuerdo tampoco sobre cómo actuar después de eventualmente remover a Johnson con una moción de censura.

 

La apuesta del caos

El politólogo, economista e historiador Isaac Bigio examina que la intención de Boris Johnson es “crear la mayor cantidad posible de caos, para confundir las cosas, que el reloj trabaje a su favor, y que el 31 de octubre al final salgan de la UE sin ningún tipo de acuerdo”.

Sustenta esta afirmación en el hecho de que hasta el momento el primer ministro conservador no ha presentado un plan para una salida ordenada del bloque europeo, y duda mucho de que lo logre.

“Lo que no logró la expremier May en tres años, dudo que lo hará Johnson en menos de tres meses”, insiste el docente de Ciencia Política formado en la London School of Economic.

Adicionalmente, señala que Johnson no tiene mayoría en el Parlamento, que ha sido votado siete veces en contra por el Parlamento, y sus acciones han sido declaradas ilegales por el Tribunal Constitucional británico.

En resumen, “su margen de maniobra ha perdido credibilidad”, subraya Bigio.

Aunque no descarta tampoco que el premier británico esté jugando también alguna carta bajo la manga para pedir atribuciones especiales y que al final, se dé el “Brexit” sin que el Parlamento pueda objetarlo.

Entonces, a medida que avanza el tiempo, avanzan también las posibilidades de que la oposición diga que la única manera de evitar un “Brexit” sin acuerdo es sacar a Johnson de inmediato porque él no es de confianza, ya que el Parlamento le ha dicho que tiene hasta el 18 de octubre para presentar un proyecto de acuerdo ante la UE , de lo contrario debe pedir postergación, cosa que Johnson ha dicho que no iba a ser baja ninguna circunstancia, asegura Bigio.

En ese contexto, los escenarios posibles, a su juicio son: quién reemplazaría a Boris Johnson en caso de su salida del gobierno; o si habría un segundo referendo sobre el “Brexit” como el de 2016, o elecciones anticipadas.

Si bien reconoce que dentro de su partido hay voces que han despotricado de Johnson, e incluso lo han acusado de sacrificar la unidad del país, Bigio duda de que se levante la militancia conservadora contra el premier británico, que ha cerrado filas en torno a su figura, afirma que tampoco se puede descartar del todo.

 

Supervivencia política

La lectura de Mauricio Reyes, profesor de la Facultad Derecho de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional, es que el sistema parlamentario británico exige consensos.

“La pregunta es si el consenso que busca la sociedad británica es la moderación y el regreso a Europa o una línea intermedia entre eso y el Brexit, o la salida prometida en los finales de octubre si Johnson sobrevive a sus escándalos personales”, dice.

Para él, Johnson tiene alta probabilidad de salir, salvo que condicionen su supervivencia política a una fórmula intermedia, y este lo acepte.

“Creo que sí tiene los días contados. Pero el pragmatismo británico y estadounidense en política de vez en cuando da sorpresas. Pueden pasar muchos arreglos raros. Incluido el sacar a Johnson de una patada u obligarlo a moderarse si quiere seguir en el timón”, concluye Reyes.

 

Dato

Reino Unido pertenece desde 1973 a la Unión Europea. Hay tres millones de ciudadanos comunitarios en Reino Unido, y un cerca de un millón de británicos que vive en el resto de Estados miembros.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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