Pacto entre ‘enemigos’ para combatir a Erdogan

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
El enemigo común, ahora, es Turquía. Los kurdos y el régimen sirio sellaron un pacto para contrarrestar la ofensiva turca, en un giro inesperado del conflicto.

Dejando atrás las diferencias, los kurdos del norte de Siria y el régimen de Bashar al Asad acordaron unir fuerzas para repeler la ofensiva turca lanzada en ese país, el pasado 9 de octubre.

Este pacto de antiguos enemigos’ marca un punto de inflexión en una guerra civil que se prolonga más de ocho años en Siria, dejando a Estados Unidos fuera de la ecuación, luego de su retirada del norte del país, abandonando a su suerte a los kurdos, quienes combatieron a su lado sin descanso al Estado Islámico (EI) hasta derrotarlos a comienzos de este año.

No cabe duda, que Al Asad, quien en el pasado se refería a los combatientes kurdos como “traidores” por su alianza con Estados Unidos y le criticaba a esta minoría la autonomía de facto que estableció en el norte del país agrupada en la Federación Democrática del Norte de Siria (Fdns), será el principal beneficiado en este giro del conflicto.

En tanto, los kurdos sirios, quienes durante décadas han estado oprimidos bajo el poder de Danasco, ha reconocido que tendrán que hacer “concesiones dolorosas” para salvaguardar a su pueblo. Y lo que resulta más doloroso, verán seriamente comprometido su proyecto político de autonomía en el norte sirio.

En opinión de Iñaki Méndez, analista internacional y experto en temas de seguridad, terrorismo y Oriente Medio, este pacto con el régimen de Damasco por parte de la Federación Demócratica del Norte de Siria es una elección por el mal menor, no por una mejor opción.

Calificando la incursión turca como una “agresión a la soberanía siria” y sin respaldo de organismos internacionales, Méndez asegura que para “los kurdos es la forma de evitar una limpieza étnica de grandes proporciones”.

Según él, quien trabaja en The Political Room, un medio de comunicación independiente con enfoque internacional, se supone que Damasco respetará su cultura y autonomía pero los arabes y en especial los de Baath son muy de Siria.

Desde el punto de vista de Victor de Currea-Lugo, profesor universitario y periodista, las relaciones entre los kurdos del norte de Siria y el gobierno central en Damasco han sido tirantes, toda vez que ha generado una política estratégica contra esta minoría en el país y contra su reconocimiento.

Ahora bien, recuerda que quien derrota de facto al EI en el norte de Siria son precisamente los kurdos, y por lo tanto hay una capacidad militar y una legitimidad ganada por parte de ellos.

Por otro lado, el experto en conflicto, terrorismo y Medio Oriente, destaca el rol del gobierno sirio, que si bien no se ha pronunciado condenando la invasión turca está jugado sus cartas al aliarse con los kurdos para combatir la incursión del gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

“Allí hay un juego de ajedrez porque el gobierno de Siria gana si Turquía derrota a los kurdos, pero también gana si los kurdos en su necesidad de autodefensa, terminan por aceptar la presencia de tropas sirias en el norte del país, con lo cual el sueño de una autonomía federal se va desvaneciendo”.

En otras palabras, en ambos escenarios gana el régimen de Al Asad, recalca De Currea-Lugo.

Así pues, Damasco recupera el territorio del norte del país a expensas de los kurdos que tienen que aceptar el reposicionamiento del Ejército sirio en la zona, porque lo que está en juego es supervivencia y la de su pueblo.

La situación, a su juicio, demuestra lo que es en esencia la dinámica de Medio Oriente: “el amigo hoy es el enemigo mañana, es decir en la región hay aliados pero no amigos”.

En ese sentido, Manuel Alejandro Rayran, profesor de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, apunta que los kurdos están entre dos caminos: el compromiso o el genocidio.

Y prefieren lo primero, así sea con sus antiguos porque tienen una responsabilidad de proteger su pueblo, por lo cual están ante una “situación bastante adversa”.

De hecho, los kurdos reconocen que no tienen una confianza certera con los sirios y los rusos (mediadores del acuerdo), agrega Rayran, “pero saben que juegan con estados con intereses, que pueden cambiar en cualquier momento, como lo sabía también con Estados Unidos, que tenía una agenda propia en Medio Oriente”.

En ese marco, destaca que lo más seguro es que Rusia va tener cada vez un papel más protagónico en la región mientras EE.UU. poco a poco se irá retirando de la misma, como parte de un giro de la política exterior con la Presidencia de Donald Trump.

Se crea un nuevo escenario geopolítico en Medio Oriente, que se materializa en sí e con el retiro de las fuerzas militares de la región, no solo se ha visito en Afganistán, Iraq y actualmente con la decisión de salir del norte de Siria, insiste el docente de la Universidad Externado.

Por último, hace alusión a que dentro del acuerdo que se plantea, los kurdos están buscando un federalismo descentralizado sirio, que existan libertades religiosas, y hacen un llamado un identidad siria pluralista, es decir que sean aceptados en el país como otro pueblo, pero advierte que solo el tiempo dirá si el régimen sirio estará dispuesto a atender estos reclamos.

 

Dato

Desde el inicio de la ofensiva turca, 133 militantes kurdos y 69 civiles habrían muerto, según el OSDH, así como 108 rebeldes proturcos. 

 

Dato

Es la primera vez desde 2012 que las fuerzas del régimen entran en Manbij, ciudad calve del norte de Siria, situada a 30 kilómetros de la frontera turca. 

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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