En un contexto de creciente inestabilidad por conflictos armados, la presencia de organizaciones terroristas, la modernización del arsenal bélico de varios países y una mayor percepción de amenazas a nivel global, el gasto militar sigue en alza en el mundo.

El reporte anual, del británico Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS en inglés) y que abarca 171 países, ofrece una lectura preocupante en términos de carrera armamentista.

La inversión militar aumentó un 4% en 2019 frente a 2018: la mayor alza en presupuesto de defensa global de los últimos 10 años.

Estados Unidos, principal fuerza de combate del mundo, se mantiene como el país que más invierte en defensa, sobre sus dos principales rivales geoestratégicos, China y Rusia.

Alejandro Bohórquez-Keeney, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, interpreta este incremento del gasto militar a la desconfianza creciente entre los Estados, particularmente entre las principales potencias, donde “ninguno quiere verse rezagado ante los otros”.

Pero más que una carrera armamentista en ciernes, señala que parte importante de ese gasto obedece a renovación de equipos y material, lo cual explica que no es muy distinto al aumento en defensa de otras épocas.

Es el caso colombiano, Bohórquez-Keeney precisa que presentar un alto porcentaje de gasto en defensa, dada la situación de violencia interna que ha vivido el país por mucho tiempo.

Especialmente, agrega el experto, teniendo en cuenta que el Gobierno de Iván Duque ha mostrado una postura menos apaciguadora que el anterior.