¿El “fraude electoral” de Trump tiene fundamento?

Crédito: Fotomontaje  / VANGUARDIA - EL NUEVO DÍA
La apuesta del presidente Donald Trump en este punto sería dejar sobre la mesa la idea de que Joe Biden es un presidente cuestionado, ilegítimo, y que fue de alguna manera manipulada su elección, más allá de tener motivos reales de mantenerse en el poder.
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El cálculo político de Donald Trump de apostar por la acusación de fraude electoral, es abrir una batalla legal que empañe la elección en Estados Unidos, cuestionar el sistema político del país y  desacreditar la legitimidad de Joe Biden como su sucesor en la Casa Blanca.

Pese a que los números de la victoria del demócrata Biden son claros, 290 votos electorales frente a los 214 de Trump, hasta ayer, el mandatario republicano insiste en que le “robaron” las elecciones, y anunció que su equipo de campaña iniciará a procesar  esta semana el caso ante la Corte Suprema de Justicia.

De hecho, el diario The Washington Post informó que el funcionario encargado por la Administración Trump para facilitar la transición de gobierno al equipo de Biden se ha negado a firmar los documentos para facilitar el empalme.

¿Qué posibilidad hay de que prosperen estas demandas?

Hasta ahora ninguna demanda ha sido estimada por los jueces porque no hay evidencias sino “rumores”, salvo una en Pensilvania relacionada con que los observadores del partido Republicano estaban muy lejos de los lugares del conteo de votos, asegura Juan Felipe Bernal, profesor de la Universidad Javeriana.

Por ejemplo, explica que estados como Pensilvania tiene transmisiones en vivo del conteo del voto, obviamente no muestran los votos porque eso no se puede, para demostrar que no hay irregularidades.

Lo que sí observa Bernal es que  esta elección siguió unos patrones que no son habituales, especialmente debido al masivo voto anticipado, que en algunos estados como Pensilvania no se podrían  escrutar hasta tanto no se cerraron las urnas el mismo día de  la elección,  el pasado 3 de noviembre.

“Entonces, esto generó que muchas personas votaron en persona ese día, pero cuando terminó ese escrutinio, empezó el conteo de los votos anticipados, muchos de ellos llegaron de zonas urbanas en ciudades grandes dentro de esos estados, y tiende a favorecer a demócratas”, explica.

Si bien al principio a Trump en la primera parte del conteo le fue muy bien en estados como Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia y Michigan y logró sacar una buena ventaja a Biden, todo cambió cuando empezaron a contar los votos por correo que fueron alrededor de 100 millones de un total de 160 millones, según Bernal.

Incluso expertos han dicho que en el caso de Michigan, Biden le sacó 140.000 votos de diferencia a Trump, una cifra importante que en sí misma descarta la idea de un fraude sistémico.

Y en Georgia, estado donde con el escrutinio prácticamente concluyó, Biden aventaja al mandatario saliente por unos 10.000 votos.

No obstante, este giro en la votación en estados clave “generó muchas suspicacias” entre los electores, quienes vieron “un cambio de tendencia radical en la mitad del conteo, alentadas obviamente por Trump”, apunta el docente de la Javeriana.

De hecho, el mismo Trump ha votado por correo en el pasado. Vivía fuera del estado en el que estaba registrado, Florida, y pidió sufragar por correo.

 

Demandas “muy serias”

Igualmente, Bernal aclara que en Estados Unidos los que se encargan del conteo del voto son las  mismas autoridades de cada estado. Así las cosas, Trump no puede demandar a la Registraduría del Estado Civil como ocurre en Colombia, sino a cada estado.

Por esa razón, considera que las demandas de Trump, “que tiene más de 3.500 demandas, es decir es su forma habitual en la que maneja cualquier conflicto”, son muy serias porque está acusando directamente a las autoridades responsables del escrutinio en los estados, .

Además precisa que las consecuencias son graves como cárcel y multas.

 

Golpe a la institucionalidad

Juan Nicolás Garzón, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, tampoco ve razones de peso para pensar en una evidencia contundente sobre un posible fraude electoral en EE.UU.

Una señal, en su criterio, es que algunas de las demandas interpuestas por Trump han sido rechazadas por los tribunales en virtud de que no existe suficiente evidencia.

Hasta el momento, señala que la maniobra de Trump ha sido apelar a “los tuis (ha publicado al menos 70), acusaciones y declaraciones en la que se anuncia con mucha locuacidad propias de él”, en la que demostrará el supuesto fraude, que se venía cometiendo mucho antes de la elección presidencial, como ha dicho.

En ese orden de ideas, Garzón dice que a estas alturas hay que “entender sus acciones en un marco en el que básicamente será consecuente” con lo que ha dicho y hecho antes de los comicios, y es acusar y cuestionar la legalidad del triunfo de Biden y su proceso de elección.

Eso en últimas, advierte el docente universitario, “es un golpe a la  institucionalidad, un cuestionamiento a a la legalidad de Biden como presidente, aunque no necesariamente haya razones reales para pensar que eventualmente va a conservar la Presidencia”.

Sobre los republicanos que han tomado distancia de las acusaciones de fraude hechas por Donald Trump, Garzón señala que más allá de estar alineados con el presidente de su partido que quiere reelegirse, es evidente que respaldan la solidez de la institucionalidad y del bipartidismo.

 

“Es una patraña”

La lectura de Camilo Enciso, internacionalista y máster en Administración Pública de la Universidad de Harvard,  con respecto al supuesto fraude en el conteo de votos que denuncia Donald Trump, es que es una estrategia del mandatario estadounidense para empañar las elecciones, no asumir la derrota y generar confusión.

“Trump recurre a la misma patraña de todos los autócratas que buscan atornillarse al poder, esto es acusar de corrupción a todos sus adversarios, atacar a la prensa, mentir descaradamente, engañar y crear confusión”, insiste Enciso, quien afirma que “los días en el poder están contados” para el presidente republicano.

 

FRASE:

“Son demandas muy serias que necesitarían mucha evidencia, pero hasta ahora no ha presentado (Trump) ninguna evidencia que un juez haya estimado, incluso jueces republicanos”. Juan Felipe Bernal, Docente universitario.

 

CIFRA: 20 de enero de 2021 se llevará cabo la toma de posesión de Joe Biden como presidente número 46 de EE.UU.

 

DATO:

El fraude electoral es muy raro en EE.UU.: la tasa es  menor al 0,0009%, según el Centro Brennan para la Justicia.

 

 

Credito
EFE

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