Objetivo número uno de Biden: desmontar el legado de Trump

Crédito: EFE - EL NUEVO DÍAEl presidente Biden criticó duramente la gestión de su predecesor, Donald Trump y firmó decretos para enfrentar la pandemia, entre ellos, crear centros de vacunación, uso de mascarillas en sede federales y prueba negativa de Covid-19 a viajeros del exterior.
Biden suspendió la salida de EE.UU. de la OMS, aprobó su reingreso al Acuerdo del Clima de París, suspendió la construcción del muro fronterizo con México y puso fin al veto migratorio a los países musulmanes y congeló deportaciones.
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El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afrontó ayer su primer día en la Casa Blanca con la intención de desmontar cuanto antes el legado de Donald Trump, desde la inmigración a la política exterior o la lucha contra el coronavirus y la crisis climática.

El cambio de ánimo entre los demócratas en Washington lo expresó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien calificó la investidura de Biden como “un soplo de aire fresco”.

 

Lluvia de decretos

En menos de 24 horas, Biden ha firmado 17 órdenes ejecutivas, la gran mayoría dedicadas a dar marcha atrás en políticas avanzadas por su predecesor.

Entre ellas, la cancelación de la emergencia nacional que Trump decretó para desviar fondos y financiar así la construcción del muro fronterizo con México, que queda en suspenso, y el reingreso de Estados Unidos al Acuerdo Climático de París.

Asimismo, a partir de ayer, se suspenden las inscripciones en el programa “Permanezcan en México”, que permitió al Gobierno de Trump devolver al país vecino a los solicitantes de asilo.

Hoy, Biden avanzará en nuevas medidas para combatir la pandemia del coronavirus, que ha dejado ya más de 400.000 muertos en el país, y ante la gravedad de la cual Trump mostró en diversas ocasiones su escepticismo.

 

100 millones de vacunas

“Lo que estamos heredando es mucho peor que de lo que podríamos haber imaginado”, afirmó Jeffrey Zients, designado por Biden para coordinar la respuesta a la pandemia, en una llamada con periodistas ayer.

Biden ha prometido vacunar a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días en la Casa Blanca, una ambiciosa promesa que no está claro que pueda ser cumplida dados los problemas en la distribución vistos en las últimas semanas.

Hasta el momento, 14,3 millones de estadounidenses han sido vacunados, lo que supone un 12,5% de la población considerada prioritaria, y un 4,3% del total de 330 millones habitantes del país.

 

Reto: Republicanos en el Senado

Pero el poder de Biden a través de las órdenes ejecutivas tiene un límite, y para sus planes de gran escala va a tener que lidiar con un Congreso en el que si bien los demócratas controlan ambas cámaras, la mayoría en el Senado es tan ajustada que el camino se prevé complicado. Especialmente de cara a sus dos propuestas estrella: un nuevo paquete de estímulo fiscal, por valor de 1,9 billones de dólares con nuevas transferencias directas los ciudadanos, y una reforma migratoria que abriría la senda para la legalización de más de 11 millones de indocumentados en EE.UU.

Biden, que fue senador durante más de tres décadas, conoce bien el funcionamiento de la Cámara Alta y tendrá que convencer a la bancada republicana para que dé luz verde a ambas propuestas en un momento de enorme polarización política en el país.

Por si fuera poco, Pelosi pretende enviar pronto las acusaciones al Senado para el inicio del juicio político a Trump por “incitar a la insurrección” durante el asalto violento al Capitolio del pasado 6 de enero por parte de una turba de seguidores del exmandatario, que dejó cinco muertos.

Aunque coinciden en criticar las palabras de Trump, en el seno del Partido Demócrata hay inquietud acerca de que el juicio político en su contra reste capital político a Biden en el Senado para llevar adelante propuestas de la envergadura del estímulo fiscal y la reforma migratoria.

hk

Captura de la portada de la página web de la Casa Blanca en español. Poco después de que el nuevo presidente Joe Biden, asumiera el cargo, la Casa Blanca estrenó su nueva  página web en idioma español, que desapareció durante el mandato de Donald Trump.

 

Primera llamada

 Biden tenía previsto hablar por teléfono hoy con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en su primera conversación telefónica con un líder extranjero desde su llegada al poder.

Ambos conversarán sobre la relación bilateral y la decisión de Biden de cancelar, mediante un decreto este miércoles, el proyecto del oleoducto Keystone XL, convertido en símbolo de la lucha contra la crisis climática.

Trudeau confiaba en que Biden mantuviera en pie el proyecto, considerado básico por Canadá para el desarrollo de sus inmensos yacimientos petrolíferos.

Ese oleoducto, cuya construcción fue rechazada en 2015 por el expresidente Barack Obama pero aprobada en 2017 por Trump, serviría para transportar 830.000 barriles de petróleo al día desde el oeste de Canadá a las refinerías estadounidenses del golfo de México.

 

Relaciones con Rusia, China, Otan y Europa en general

La Unión Europea dio la bienvenida a Estados Unidos a su retorno al Acuerdo de París contra el cambio climático, una de las primeras decisiones de Biden.

La UE y la Otan confían en que hayan pasado los momentos complejos bajo el mandato de  Donald Trump. Particularmente en lo que referente a los cambios del Ejército estadounidense en suelo europeo.

En primer lugar, la retirada de una gran parte de las tropas estadounidenses de sus bases alemanas, para moverlas hacia Polonia.

Mientras que la postura del nuevo inquilino de la Casa Blanca con respecto a China y Rusia, aún está por verse.

Ayer, China felicitó ayer a  Biden por su investidura  expresó su deseo de que su Administración sea “exitosa” y ayude a que los dos países vuelvan “al respeto mutuo y la cooperación”.

Contener el ascenso de China fue una de las obsesiones de Trump, cuyas políticas proteccionistas tendrá que calibrar su sucesor, Joe Biden, mientras Pekín avanza en su campaña para ampliar sus redes de influencia.

En cuanto a Rusia, Biden tiene sobre la mesa dos cuestiones que podrían marcar el tono de la relación de su Gobierno con Rusia: su respuesta al envenenamiento y encarcelamiento de Navalni y la prolongación o no del último acuerdo de reducción de armas nucleares entre las dos potencias, el Start III o Nuevo Start, que expira en 15 días.

 

El cambio de tono con los medios

 “Tengo un profundo respeto por el papel de una prensa libre e independiente”. Con esas palabras, Jen Psaki puso fin a cuatro años de desdén de la Casa Blanca hacia los periodistas que cubren al presidente de Estados Unidos, y ahora tiene en sus manos el desafío de mantener en pie ese cambio de tono. La sala de prensa que durante los últimos cuatro años ha sido escenario de tensiones, reproches e incluso insultos a los reporteros por parte del expresidente Donald Trump y sus representantes.

La llegada del demócrata Joe Biden al poder no supondrá probablemente una panacea para la prensa: la relación entre un presidente y quienes le cubren es inherentemente tensa, dado el interés de cualquier Casa Blanca en mantener en secreto ciertos temas y la misión de los periodistas de desvelar todo aquello que sea de interés público.

Sin embargo, la primera media hora de Psaki con los corresponsales ante la Casa Blanca demostró al menos una intención inicial de pasar página a la animadversión recalcitrante que demostraron los cuatro portavoces de la era Trump.

Credito
EFE

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