Médicos la diagnosticaron con problemas mentales, pues la asesina no dejaba de repetir que había actuado “en nombre de Alá”, además de haber incendiado la casa con el cuerpo de la menor. Ese mismo año, las autoridades aseguraron que la condena alcanzaría los 25 años de cárcel y los medios locales la apodaron “niñera del infierno”.

Sin embargo, para sorpresa de la ciudadanía de este país, la mujer acaba de ser dejada en libertad, pues los doctores consideran que ya “está curada”, luego de pasar cinco años tras las rejas, según el diario británico The Sun; también aseguran que hay temor entre los ciudadanos, con el regreso de la mujer de 43 años a las calles.