La víctima esta vez, fue una abuelita de 90 años, residente de Peak, el barrio más exclusivo de la ciudad. Desde el año pasado, estafadores contactaron con la adulta mayor y se hicieron pasar por agentes de servicios de seguridad chinos, engañándola y haciéndole pensar que su identidad se había utilizado de forma fraudulenta en un caso criminal de China.

Para ello, le pidieron iniciar con una serie de transferencias bancarias para poder adelantar el caso y llevar a cabo la investigación, según información del diario South China Morning Post. Días después, se le entregó un celular por medio de una persona que llegó hasta la vivienda, para que se comunicara con ellos únicamente por esa línea, informaron las autoridades.

Desde entonces, la abuelita les hizo 11 transferencias, que equivalieron a 32 millones de dólares (aproximadamente 96 mil millones de pesos colombianos).

Fue gracias a una de las empleadas de la mujer, que empezó a sospechar, que se logró dar con el engaño y la captura de un joven de 19 años por este hecho.