Un cuerpo decapitado y una cabeza fueron encontrados en un departamento de Tarascon (sureste de Francia), la pasada noche de domingo, que pertenecerían a un niño de 13 años.

Las autoridades conectaron al presunto responsable del aterrador crimen, con la desaparición de un menor de la misma edad, que llevaba varios días sin ser localizado.

En la escena del crimen, el sujeto residente del apartamento de 32 años de edad, trató de huir por el techo y fue abatido tres horas después. Se pudo establecer que el hombre tenía problemas psiquiátricos y ya había sido condenado en ocasiones anteriores por actos violentos.

Lo que causó verdadero terror, es que el cadáver presentaba aparentes signos de canibalismo, con la piel de la espalda arrancada a jirones.

Por ahora, se esperan los resultados de la autopsia que confirme o niegue la hipótesis y los hallazgos de las investigaciones para dar con el responsable.