Un hombre de 30 años se acercó hasta la comisaría para pedirle a las autoridades que lo encarcelaran, pues no soporta más vivir con su esposa.

Aunque tenía medida de casa por cárcel y no podía dejar su hogar, el desespero lo llevó a incumplir la norma y exigirles que lo devolvieran a la prisión, pues prefiere estar tras las rejas a seguir conviviendo con su mujer, una historia de no creer, pero cierta.

"Ya no puede hacer frente a la convivencia forzosa junto a su esposa. Exasperado por esta situación, el detenido en su casa prefirió 'fugarse' y presentarse de manera espontánea a las autoridades para implorarles poder cumplir su condena entre rejas", dice el comunicado oficial del cuerpo de Carabinieros de Tívoli.

El sujeto había sido condenado por delinquir con drogas y debía pagar una pena de varios años en arresto. El pasado domingo, según inidicaron medios locales, se quitó el brazalete de geolocalización y se presentó en la comisaría.

"Vivía en su casa junto a su esposa y familia. Las cosas no iban bien”, añadió el capitán Francesco Giacomo Ferrante, del cuerpo de carabineros de Tívoli, para la AFP.

“Escuche, mi vida familiar se ha convertido en un infierno, ya no puedo más, prefiero ir a la prisión”, señalan que fueron las palabras del hombre, quien finalmente logró su objetivo por haber violado la medida de casa por cárcel, y fue trasladado hasta una prisión.

El curioso hecho tuvo lugar en Italia.