Del odio al amor hay un ‘salto’

EDWIN SALCEDO - SUMINSTRADAS EL NUEVO DÍA
Angie Bedoya y Marvin Hurtado se conocieron a través del deporte, donde se enamoraron y ya llevan 10 años de relación. Piensan casarse en 2016.

Cuando Angie Bedoya empezó a practicar la natación en la Liga de Bogotá jamás imaginó que en una piscina encontraría al amor de su vida, ella venía de pasar una situación complicada pues había perdido la pierna derecha en un accidente.

El trágico suceso ocurrió en Fresno, ya que Bedoya había nacido en la capital de la República, pero desde muy pequeña vivió su infancia en este pueblo tolimense y un día fue atropellada por un taxista que sufrió un ataque epiléptico y la dejó al borde de la muerte.

Al final, Angie logró salvarse de milagro y su familia se trasladó a Bogotá. Por su limitación física decidió entrenar la natación, actividad que le permitió ser una destacada atleta nacional ganando varios títulos en Colombia.

Pero su mayor tesoro lo encontró en un Panamericano Juvenil en Venezuela, cuando vio pasar a Marvin Hurtado, un nadador que durante muchos años fue el gran exponente de Colombia en la modalidad 100 metros pecho.

Angie no puede evitar sonrojarse cuando habla de su novio, aunque reconoce que al comienzo le caía ‘gordo’.

“Al principio él me caía muy mal, me parecía muy antipático, pero con el transcurrir de los días me empezó a llamar la atención, empezamos a salir y consolidamos un noviazgo”, narra.

Marvin ratificó que nunca pensó que estaría tantos años de relación con Angie. “En su momento pensé lo que haría cualquier joven, estar un tiempo y ya, pero me atrapó y me canalizó. Ella fue la que me enamoró”, afirma.

El deporte es su mayor fortaleza

Esta pareja completa 10 años de noviazgo. Como toda relación, han pasado momentos difíciles, pero los han superado gracias al fuerte amor que se tienen y ambos coinciden en que la pasión por el deporte los ha fortalecido más.

“Creo que el deporte es lo que más nos une, porque es algo que hemos vivido”, aseguró Angie, mientras que Marvin agregó que “lo que más tenemos en común es ser deportistas de alto rendimiento, nuestra relación se basa mucho en eso”.

En este tiempo de amorío nació su hijo Thomás, quien es la adoración de los dos, y Hurtado aseguró que desde entonces su perspectiva de vida cambió.

“Cuando hay un hijo de por medio la mentalidad cambia por completo, igual seguimos con el deporte, queremos inculcarle esta actividad al niño y que él escoja cualquier disciplina, ojalá le guste la natación”.

En el caso de Angie el nacimiento de Thomás hizo que se retirara momentáneamente del deporte.

“Dejé de entrenar durante tres años, considero que la natación ya cumplió un ciclo en mi vida, fue mi primer amor, pero ahora me dedicaré al ciclismo, el entrenador dice que tengo talento para sobresalir”, expresó.

Marvin competirá el sábado

Marvin nació hace 27 años en Popayán, a la edad de siete años sufrió un cáncer en el tobillo derecho y a raíz de ese diagnóstico le amputaron la pierna derecha.

En 2004 empezó a dedicarse a la natación, actividad en la que compitió ocho años logrando importantes resultados en diversos torneos nacionales e internacionales, siendo campeón en los Juegos Paranacionales de 2008, incluyendo récord nacional, y plata en 2012, ambas en el estilo 100 metros pecho.

Sin embargo, Hurtado consideró que su ciclo en las piscinas había concluido, pero su pasión por el deporte siguió y desde hace un año compite en la halterofilia.

“El biotipo en las pesas paralímpicos son los brazos cortos y yo soy ‘enano’, el entrenador de Bogotá me vio, me hizo la propuesta y acepté. Espero ganar en este deporte”, dijo.

Hurtado competirá el sábado en la división de los 80 kilogramos y será la primera vez que Angie estará a su lado en plena competencia.

“Tengo mucha emoción, creo que estoy igual de nerviosa porque es una incertidumbre saber si va a ganar y las pesas es un deporte complicado”.

Tras las justas paranacionales, Angie y Marvin tienen pensado casarse en 2016, actualmente viven en unión libre en el barrio Tintal y en lo que ambos están de acuerdo es que del odio al amor no hay un solo paso…sino “un ‘salto’, porque el paso no lo podemos dar completo”, expresó sonriente Hurtado.

Credito
JUAN CARLOS BLANCO CARDOZO

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