Parlamentario pide apoyar la OEA por crisis venezolana

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Suspender a Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA), como propuso esta semana el secretario General del organismo, Luis Almagro, es un proceso diplomático complejo que requiere del apoyo de dos tercios (24) de los 34 países miembros.

El presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, pidió ayer a los gobiernos latinoamericanos apoyar en la OEA una solución a la crisis política, económica e institucional que atraviesa Venezuela.

“En Venezuela hay un desgaste de la institucionalidad democrática (...). Es urgente que la Organización de los Estados Americanos (OEA) efectúe una evaluación colectiva de esta triste realidad y contribuya con la restauración de la democracia”, señala el diputado en un comunicado.

El jefe del Legislativo -de mayoría opositora- opinó que la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en el país petrolero puede “promover soluciones en circunstancias como las que vive Venezuela”.

En una carta que presentó el martes último ante el Consejo Permanente de la OEA, el secretario General del organismo, Luis Almagro, pidió aplicar la Carta Democrática Interamericana y suspender a Venezuela como miembro si no desarrolla elecciones generales a la brevedad, como reclama la oposición.

La misiva de Almagro es una versión actualizada del informe sobre Venezuela que el excanciller uruguayo presentara en junio pasado y que provocó un debate en el organismo, todavía sin conclusión.

Los comicios presidenciales están previstos para diciembre de 2018, mientras que los de gobernadores, que debieron cumplirse a fines del año pasado, fueron aplazados para 2017, sin fecha todavía.

El presidente Nicolás Maduro, quien ha descartado la posibilidad de las elecciones generales, calificó el miércoles pasado de “basura” a Almagro y le advirtió que responderá con dureza su intención de suspender a Venezuela de la OEA.

La aplicación de la Carta Democrática faculta a la OEA a intervenir en aquellos casos de grave alteración constitucional y, en última instancia, a suspender al país involucrado.

Según Almagro, el Gobierno venezolano “viola con impunidad los derechos de sus nacionales, tiene presos políticos sólo por el hecho de disentir, tortura, roba, corrompe, trafica drogas y tiene a su población sometida a la falta de alimentos, de medicinas y de dinero para subsistir”.

¿Cómo se lograría la suspensión?

Para suspender a un país de la OEA hay que aplicar la Carta Democrática Interamericana, un instrumento jurídico aprobado en 2001 por todos los Estados miembros con el fin de proteger la democracia en la región.

La suspensión es la sanción más alta que la OEA puede hacer a un Gobierno y solo se ha efectuado una vez desde la creación de la Carta: tras el golpe de Estado en Honduras de 2009.

Más que las consecuencias prácticas de dejar de participar en las actividades y programas de la OEA, el valor de la suspensión es su carácter de sanción política y moral de unos gobiernos sobre otro.

Luis Almagro, defiende que, en este caso, la suspensión es “el más claro esfuerzo y gesto” que los países americanos pueden hacer por el pueblo venezolano y por la democracia en la región.

Estas son las principales claves para entender cómo es el proceso de suspensión de un Estado en la OEA y qué posibilidades tiene Almagro de recabar los apoyos para su propuesta de aplicarlo a Venezuela si ese país no convoca en 30 días elecciones libres.

Dato

Hasta el momento ningún país ha secundado por el momento la suspensión. El Gobierno de Perú ha pedido aplicar la Carta Democrática, pero prefiere utilizar las diversas opciones.

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RESUMEN AGENCIAS

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