“Este es el momento más duro que he atravesado, pero ahí sigo”: José H. Castilla

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El empresario culpó a la carga de impuestos y a la corrupción como los principales elementos que han agudizado el sector empresarial en la ciudad, el departamento y el país.

José Enrique Castilla nunca se imaginó trascender en el desarrollo de la ciudad, más que por sus capacidades comerciales y valores; ‘Jeca’ como era conocido por sus amigos, era un empresario excepcional que logró forjar, con base en sus conocimientos y honestidad, una reputación gremial que quedó en los ‘libros dorados’ del empresariado tolimense por ser el mentor de su sobrino, José H. Castilla, quien heredó su visión empresarial y hoy hace y será parte de la historia empresarial de la región. 

Por más de 47 años, don José H. ha construido región mediante la comercialización de repuestos de vehículo, asimismo, ha liderado los gremios económicos de la ciudad como la Cámara de Comercio de Ibagué, transformando la cultura empresarial del Tolima, y convirtiéndose en un referente nacional.

Desde los 18 años, José H., a la par de su tío ‘Jeca’ aprendió a trabajar, hoy cuando ya cuenta con 84 años, aún añora aquel mentor y continúa empleando sus consejos, que para él, fueron los aportes de un hombre que marcaron su vida tanto personal como empresarial.

EL NUEVO DÍA habló con José H. Castilla, para conocer cuál es su opinión frente a la actualidad económica de la región y el país, de igual manera, para indagar más sobre su vida y profundizar en sus conocimientos, elementos que servirán para guiar a los nuevos líderes empresariales de la ciudad y el departamento.


EL NUEVO DÍA: ¿Quién es José H. Castilla? ¿Cómo inició como empresario?

JOSÉ H. CASTILLA: Soy un ibaguereño que fue criado en el centro de la ciudad. Me comencé a formar como empresario a los 18 años cuando comencé a trabajar con mi tío Jorge Enrique Castilla ‘Jeca’. Él fue el fundador aquí de muchos concesionarios de carros, él importaba carros Studebaker e incursionó en la comercialización de electrodomésticos. Siempre estuve al lado de mi tío, de él le aprendí muchas cosas y adquirí mucha experiencia, luego, en 1972 inicié con mi almacén donde actualmente está y posteriormente creo la rectificadora de motores que es Gálvez y Taborda.


E.N.D.: ¿Qué fue lo más valioso que le aprendió a su tío empresarialmente?

J.H.C.: La honestidad y responsabilidad en el negocio, mi tío tenía una seriedad a la hora de hacer negocios, en esa época se manejaban los negocios de palabra y esa se cumplía.


E.N.D.: ¿Don José, cuál es su opinión frente a la actualidad económica de la ciudad y la región?

J.H.C.: Yo veo la situación muy complicada, los negocios de nosotros han tenido un receso, por ello, nos hemos dado cuenta que la economía de la ciudad está muy estancada, perjudicando mucho el comercio, a raíz también de todos los impuestos que están y que ponen cada día. La cantidad de impuestos que nos ha puesto el Gobierno en general ha sido una carga impositiva. 
En la ciudad, existe una ampliación económica en el sector de la construcción, más no en nuestro nicho de mercado que es el sector de repuestos y rectificadora de motores. Desafortunadamente están llegando negocios a la ciudad que han afectado el comercio tradicional, ofreciendo precios muy bajos. Otro factor que nos ha golpeado es la diversificación de marcas de vehículos, ello ha hecho que la venta de repuestos disminuyera significativamente.


E.N.D.: ¿Cómo evalúa el desempeño de los mandatarios de turno y los gremios, cree que la crisis económica que se vive es por incidencia de ellos?

J.H.C.: La labor de ellos no ha incidido en perjudicar tanto el comercio, es la misma situación actual que vive el país, es la política de Estado la que nos está perjudicando, no es tanto local. Por ejemplo, uno cuenta con el apoyo de los gremios, pero ellos no pueden hacer nada, ellos tratan de hacer cosas buenas, pero lamentablemente no a todo el mundo le gusta el trabajo de ellos.


E.N.D.: ¿Cuál es la mayor amenaza que afronta usted como empresario y su sector?

J.H.C.:  El contrabando, porque los chinos barrieron con todo. Ellos le fabrican a usted lo que quiera, a unos costos increíbles, que sinceramente uno no sabe cómo lo hacen.


E.N.D.: ¿Qué otro factor cree que ha incidido para que las cosas hoy sean complicadas en lo empresarial, se perdieron los valores en el sector? 

J.H.C.:  La corrupción, desafortunadamente permeó todo. Lo que ha sucedido en el país por la corrupción ha hecho que uno pierda confianza, ahora todo se maneja a base de sobornos y prebendas para poder obtener contratos.
Nosotros antes contratábamos mucho con las entidades públicas, y era muy bueno; ahora no lo hacemos porque en este momento todo se maneja por influencia, todo está acomodado, las licitaciones se ajustan a unos requerimientos que uno no los cumple, pero otros sí. Por eso preferimos quedarnos quietos.


E.N.D.: ¿Cómo ha afectado el empleo, la actual situación que atraviesa tanto su negocio como la ciudad y la región?

J.H.C.:  Muchísimo, por ejemplo antes nosotros teníamos empleados hasta nivel nacional, vendedores; ahora solo tenemos seis empleados en el almacén y en la rectificadora 22 empleados aproximadamente.


E.N.D.: ¿Cómo ve el país, cuál es su perspectiva?

J.H.C.:  El país está estancado, estamos viviendo una época de mucha desconfianza a raíz de los problemas que se afrontan por los tratados de paz, eso ha generado mucha incertidumbre. La gente no está creyendo lamentablemente en el Gobierno. Hay mucha expectativa en el comercio y en el futuro del país, porque no vemos resultados en un año que llevamos de Gobierno, y desafortunadamente las cosas van mal.


E.N.D.: ¿Antes o ahora es más difícil ser emprendedor o empresario?

J.H.C.: Ahora es muy difícil, antes, considero, era más fácil, porque primero el empleado trabajaba con amor al negocio, ahora por tantas cuestiones, se ciñen estrictamente al reglamento. Por primera vez he notado que los gremios están unidos, están funcionando bien, tenemos que apoyarlos y exigirles.


E.N.D.: ¿Se acabaron los líderes empresariales, o por el contrario el Tolima aún cuenta con ellos?

J.H.C.: Los sigue y seguirá habiendo, lógico que eso va trascendiendo en las generaciones, lógico que antes teníamos a grandes empresarios como Salomón Tovar, Santiago Meñaca o José Ossorio, pero espero que las nuevas generaciones lideren y sean un respaldo de todos en el futuro.

 

Preguntas y respuestas

 

E.N.D.: ¿Cuál es el mejor consejo que le puede dar a los emprendedores?

J.H.C.: Primero que todo, que sean perseverantes y honestos; bajo esas dos premisas debe girar un modelo de negocio y uno como empresario.


E.N.D.: ¿Qué son para usted sus empleados? 

J.H.C.:  He corrido con suerte porque he tenido empleados honestos, por eso han durado hasta 35 años trabajando conmigo. Con ellos solo tengo agradecimientos. Igual creo que han tenido una paciencia grande porque me han aguantado mucho (risas).


E.N.D.: ¿Cómo va el cambio generacional en sus empresas?

J.H.C.:  A ellos no les gustó mucho el negocio. Tengo una hija que no se ha hecho cargo del negocio como tal. Cada uno de mis hijos tomó rutas diferentes, uno se dedicó al tema de los repuestos, pero en Bogotá por cuenta propia, otro es profesional en filosofía, mi otra hija es pensionada y ama de casa, la única, es la que actualmente labora en el almacén, ella podría quedar ahí, habrá que revisar el tema.


E.N.D.: ¿Cuál es ese empresario que admira, ese referente en su vida?

J.H.C.: Jorge Castilla ‘Jeca’, él fue un tipo de la talla de Santiago Meñaca, de ese mismo talante. 

Credito
RICARDO CORTES

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