Retos y oportunidades para la Unidad Nacional

Este nuevo periodo de sesiones del Congreso inicia en medio de la expectativa que genera la incorporación del Partido Verde a la coalición de Unidad Nacional liderada por el Presidente de la República.

Este hecho ha sido ponderado por distintos medios de comunicación, señalando que no se presentaba algo parecido desde el Frente Nacional. No obstante lo anterior, los efectos de tal nivel de gobernabilidad deben ser cuidadosamente manejados para evitar que algunos de los vicios de la política colombiana que se acentuaron en el Frente Nacional se hagan presentes de nuevo.

 

En aquella época el amplio consenso partidista degeneró en componendas y cerró el espacio de participación política a otras fuerzas generando inconformidad y violencia.  Este cambio en la relación de fuerzas entre partidos de gobierno y de oposición, naturalmente debilita la oposición en Colombia, situación que es poco deseable en una sociedad más heterogénea de lo que puede notarse en el Congreso.

 

De igual forma complejiza la actuación de la coalición de Unidad Nacional, que ya sufre el desgaste que ha traído la decadencia de las reuniones de las bancadas de los partidos para concertar posiciones, en medio del ambiente pre-electoral. 

 

Confiemos en que esta unión facilite la discusión de ciertos proyectos de ley muy necesarios sin que se pierda la calidad del debate legislativo. La discusión y la construcción de acuerdos a partir del debate pueden ser más demorados, pero son, sin duda, más duraderos. 

 

Este parece ser un buen momento para ponernos al día con el desarrollo de la Constitución, pues leyes que en el pasado vieron truncado su paso hoy podrán ser expedidas con mayor facilidad, como por ejemplo el estatuto de la oposición o el estatuto del trabajo.

 

Una agenda por la Constitución en la legislatura de su vigésimo aniversario no puede ser más oportuna. Por ahora, los anuncios del Gobierno y los partidos políticos muestran que esta legislatura seguirá marcada por las principales preocupaciones de los colombianos: seguridad, empleo y pobreza.

 

El camino de la seguridad requiere de avanzar en la formulación de una adecuada política criminal que complemente la de seguridad y garantice la provisión de los recursos necesarios, para que las acciones de la Fuerza Pública culminen en procesos de judicialización eficaces y transparentes.

 

La lucha por el empleo requiere de una discusión amplia que debe comenzar a superar las fronteras nacionales. Por ello, además de impulsar un estatuto del trabajo debemos avanzar hacia una política internacional de promoción y protección del empleo digno.   

Credito
Juan Manuel Galán* *Senador

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