Y, por la misma razón, voy a dedicar estas notas a mi propuesta cultural y educativa, antes de que el Director se pille que estoy haciendo proselitismo y me vete como a “Madriana” y al promotor de videos caseros. No soy partidario de hacer tabla tasa con las iniciativas de mis antecesores, como hicieron “Caín” García y Jorge “Turbio”; por el contrario, las buenas ideas hay que promoverlas, complementarlas y adornarlas. Y como ya existen las cátedras Darío Echandía, la cátedra del Tolima, la cátedra de ajedrez y la más reciente, la del Joe Arroyo inspirada por la vocación musical de “Chucho el roto”, yo estableceré varias jornadas académicas honrando la memoria y las ejecutorias de numerosos paladines de esta comarca, injustamente olvidados por la ingratitud popular. Por ello estableceré la cátedra “Chirivico” sobre contratación pública y uso de tulas, regentada de manera vitalicia por Jaime y Samuel; la cátedra “Caín y Abel”, sobre la humildad, a cargo de los hermanos García; la cátedra del buen decir digital o N@tiqueta (como diría Martha Cruz), cuyo secretario perpetuo ha de ser el “Dipsómano” y “Berracundeo” oficiará como monitor. La cátedra Andrés “Carriel” sobre licitaciones, anticipos y reajustes automáticos estará a cargo del gordo Botero y Garzón Chica, con la veeduría de Luisfer. El mito de Sísifo, el panóptico y liquidación de contratos, a cargo del equipo jurídico de la Gobernación. La cátedra Ángela Stella de estética y conservación del patrimonio, con la asesoría de Merino y Martínez. Cátedra de escultura y estatuaria, el indio Pijao, con los profesores Rojas y Merchán. Las raíces folclóricas en memoria de Blanquita Álvarez, Timoleón y Adriano, regentada al vuelo por Félix y el sustento permanente de Bethy y el “Esgar”. La cátedra Forero Latorre, el Kamasutra y las múltiples posiciones, a cargo del sempiterno aspirante y este mes liberal, Luis H.  Para el éxito de mi propuesta estoy barajando nombres para la cartera de educación entre quienes se han distinguido en el manejo del ramo. Lamento mucho la ausencia del poeta Leiva y de “Toño” Conde, quienes encabezarían cualquier lista, pero mis asesores me han sugerido los nombres de Carlos “Robando”, Salavarrieta, el tesorero Afranio, y Pacho Parra, si logro despertarlo para que me mande la hoja de vida.