El informe del FMI con algo de Futbolmanía

El áurea del éxito brilla en los ojos de los colombianos: desde la época de los Juegos Panamericanos, hace más de tres décadas, no pasábamos por un periodo de excitación deportiva como el actual.

Nos preparamos con ocho espléndidos estadios que nos ponen en una vitrina de la más exigente pasarela internacional del fútbol y los deportes. Vamos a volcar los sentimientos de profundo arraigo regional, pero sin los odios de la política y las matanzas de nuestras guerras civiles.

 

Hay discusiones sobre los más inocentes aspectos no sólo individuales, sino también colectivos, que le dan un sabor renovado a la vida de los colombianos. Todo es fruto de un esfuerzo nacional que está provocando cambios profundos en nuestra vida: los símbolos de nuestra nacionalidad nos conmueven, desde la bandera hasta el himno; la rivalidad de nuestras ciudades y nuestras regiones alcanzan niveles insospechados no tanto de frustración como de júbilo. 

 

Hay algo civilizador que está penetrando a borbotones al alma de nuestros compatriotas. Pero no sólo es la cuenta de los goles, adornados por los pases y las combinaciones de los jugadores que en forma maestra penetran en el campo de los rivales, sino que además hay una sensación global de sólido nacionalismo que coincide con un periodo de bonanza económica del país. 

 

Lo decimos nosotros en quienes pudiera sospecharse un halago hacia las tribunas de la opinión. Lo dice el Fondo Monetario Internacional, FMI, en su ultimo informe sobre la situación económica, monetaria y cambiaria del país, que ha servido de base para que este organismo, que ha sido tradicionalmente parco en sus informes sobre la situación colombiana, señale su manejo actual en términos muy favorables, hasta el punto de que anuncia el otorgamiento de un crédito por seis mil millones de dólares que nuestras autoridades seguramente lo registran como un aporte positivo para nuestra economía, pero no tienen urgencia de utilizarlo, pues precisamente en este frente nuestra balanza de pagos por ingresos de exportaciones de bienes y servicios que superan los 30 mil millones de dólares al año y el monto de nuestras reservas de divisas en nuestro banco Emisor se acerca a esta misma cifra como una demostración palpable del buen y prudente del excelente manejo de nuestra política económica.     

 

El financiamiento de los estados y la preparación del gran Campeonato Mundial de Fútbol en lo que nos corresponde ha sido cubierto con los recursos del impuesto de Coldeportes, que fue creado mediante decreto expedido en el gobierno de Misael Pastrana Borrero siendo Ministro de Educación el doctor Luis Carlos Galán, yo era en ese momento Ministro de Hacienda.

 

El proceso de urbanización nacional se ha desarrollado en gran parte con la expedición de los decretos de propiedad horizontal, creada cuando ocupé el Ministerio de Fomento en el gobierno presidido por Alberto Lleras Camargo y más tarde, a principios de la década de los años 70, cuando pusimos en acción el programa de la revolución del ahorro mediante la creación del UPAC al ocupar el cargo de Ministro de Hacienda en el gobierno presidido por Misael Pastrana Borrero. 

 

Los gravámenes para Coldeportes han hecho posible el financiamiento de las obras que le permiten a Colombia participar en los programas del Campeonato Mundial de Fútbol; estos gravámenes deben mantenerse no sólo para conservar y mejorar las grandes obras deportivas ya realizadas, sino para hacer nuevas en todas las demás ciudades intermedias del país que tienen derecho a participar con sus estadios y otras instalaciones deportivas para que Colombia se proyecte como uno de los grandes del deporte en el mundo.

 

No nos debemos limitar a hacer esfuerzos saltuarios en el proceso de creación de la infraestructura deportiva del país, pues ésta debe ser el resultado de un esfuerzo continuado para mantener y ampliar estas inversiones, que son tan necesarias para un sano desarrollo nacional.  

Credito
RODRIGO LLORENTE MARTÍNEZ

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