Berracundeo: Vacaciones

Un estanquero de un municipio tolimense se fue para la Penitenciaría, o Universidad de la Décima (por la cantidad de honorables graduados en sus celdas), porque le encontraron un faltante de dos botellas de aguardiente.

Llegó a la Pensión Hernández, como se le decía a la cárcel, con ruana y estera a compartir patio con un grupo de montañeros sindicados de lesiones personales, robo de gallinas y otras carajaditas por las que sólo se paga cuando se es pobre.

 

Claro que eso fue antes que en Santa Chava se construyera el puerto en la confluencia de los ríos Totare y La Yuca. En esos días las cárceles no tenían sitios especiales para delincuentes de cuello blanco que ahora exigen reconocimiento y trato especial por sus crímenes. Entre más hayan robado o asesinado más trato especial exigen. Saben que después de las vacaciones pueden disfrutar lo robado y convertirse en líderes políticos y hasta religiosos.

 

Claro que los tiempos han cambiado.  Por primera vez la mafia se tomó el poder y asumió el control de varios medios de comunicación y de las propias cárceles tal como se vio con la Catedral de don Pablo. Por primera vez se legisló desde La Picota y se utilizaron los organismos de seguridad del Estado para perseguir o asesinar  ciudadanos enemigos de la tiranía.

 

Un desmadre del carajo que arrasó con los valores y enterró la moral, que nos tiene galopando por alcantarillas y rindiéndole homenajes a criminales de cuello blanco. Ahora el delincuente de cuello blanco indica el sitio de reclusión en donde pasará vacaciones, que generalmente es un club para recibir a sus amigos y cómplices y se reirá de la justicia y de quienes aspiramos a que por fin se haga justicia.

 

Ahora los Nule cuentan con oficina especial para controlar los dineros robados en el país y escondidos en el exterior, dan órdenes y lecciones de moral y hacen lo que les viene en gana. Ahora los cuarteles cambian de destinación, para brindar comodidades a los criminales de cuello blanco que no les llama la atención pasar vacaciones en cárceles comunes, mientras siguen sirviéndole a la patria.

 

La vaina es que como van las cosas vamos para una ampliación de cuarteles y va tocar quitarle plata a los programas sociales. La cola es larga, dicen los furibistas. Y la culpa no es de quienes los investigan y los condenan. El San Juan en Puri ha sacado a flote un personaje que dice haber descubierto el río Magdalena, los restos del Fraile, el sexo de las hormigas, los petroglifos del Tolima, el secreto del viudo con pescado de río, las tortugas de seis patas y los descendientes de Bolívar en Saldaña.

 

Sus obras literarias, científicas e históricas llenan los estantes de muchas bibliotecas. Se hace colecta para el homenaje por sus servicios a la patria. ¿Los tolimenses no seremos capaces de defendernos de La Colosa?

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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