En varias oportunidades, la institución educativa ha sido víctima de pedradas que atraviesan las tejas y que ponen en riesgo la vida de la comunidad educativa.  

Igualmente, se ha encontrado menores infractores dentro de la institución causando gran alarma, por obvias razones.

Ha sido difícil lograr el traslado del instituto, pero es urgente que las autoridades gubernamentales, tomen las medidas y decisiones necesarias a fin de tranquilizar la comunidad educativa de la institución Leonidas Rubio Villegas, dada la vecindad con 107 menores infractores privados de la libertad, algunos con penas hasta los 23 años y que hoy crean una situación conflictiva.

Estos jóvenes de poblaciones altamente vulnerables, muchos de ellos analfabetas, cuentan con una grave problemática que puede incluir desde la drogadicción, hurto agravado, pandillaje, homicidio, actos sexuales abusivos y otros delitos. Son provenientes de los barrios Uribe, Matallana, Eduardo Santos, Bosque, Playa, Piojo, entre otros.

En charla  con el Director del Instituto Luis A Rengifo, Jeisson Paul Cardona García, se pudo establecer que este centro tiene por objeto recibir a los menores infractores de los 47 municipios del Tolima en el predio perteneciente a la Gobernación del Tolima, que fue entregado en comodato al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, hasta que se termine la delincuencia en el Departamento del Tolima.

La Gobernación se encarga del sostenimiento de la planta física y el Icbf  subsidia y aporta alimentación, dotación, personal y da recursos para el mantenimiento.

Igualmente sugiere que estos jóvenes requieren un lugar grande en un sitio campestre, donde puedan desarrollar labores agropecuarias, talleres de agricultura, piscina y otros espacios adecuados para cumplir con todos los programas, lo cual no se da en el sitio donde actualmente funciona el Luis A. Rengifo, en el barrio Claret desde 1946.  

La Institución Educativa Leonidas Rubio bajo la rectoría de Gustavo Ramírez Urueña, solicita  ante las dificultades y amenazas percibidas, la reubicación del centro de rehabilitación y la restitución de la cancha de fútbol que le fue otorgada mediante Ordenanza y de la que más adelante se le despojó.

Los menores de edad que son estudiantes Leonidenses, son objeto de especial atención en el núcleo esencial del Derecho a la Educación y no se puede poner en peligro o amenaza ante la inseguridad que surge del medio donde opera el establecimiento educativo.

La comunidad educativa reclama y tiene derecho a una oferta educativa en condiciones dignas que debe otorgar el Estado en cumplimiento del mandato constitucional y los Tratados Internacionales, cuando de menores de edad se trata.

Los estudiantes tienen el derecho a condiciones dignas de seguridad y esto hace parte del derecho a la calidad educativa, en el contexto de la educación como un derecho fundamental y un derecho humano.