Coincidencias entre Bolívar, los indígenas y las FARC

Mientras en Colombia recordábamos un año más del natalicio de nuestro libertador, 24 de julio de 1783, vimos por televisión entre asombrados y escépticos, la nueva estampa computarizada de Bolívar, aquel de cuyo nombre se han apropiado las FARC y sus simpatizantes.

¿Qué coincidencias pueden tener la figura de Simón Bolívar y su gesta histórica, con el terrorismo y las argucias de la izquierda radical, arropada bajo falsas organizaciones políticas, sociales, sindicales, campesinas e indígenas? En teoría resulta absurdo encontrar puntos comunes, pero en la práctica nuestros hijos asocian al creador de cinco naciones con la supuesta revolución política y social que pretenden mediante el engaño, quienes usurpan su nombre. En ese sentido, encontramos las Milicias Bolivarianas y el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, así denominan las FARC, a dos de sus estructuras político-militares clandestinas que se constituyeron en la columna vertebral del sencillo y siniestro “plan renacer” del extinto Alfonso Cano. Por su parte, el movimiento social y político “Marcha Patriótica”, que hizo su aparición este año de la mano de otra “Bolívar”, “Teodora”; pregona en su página web, “avanzar hacia una segunda y definitiva independencia”, y ¡oh sorpresa! la figura de Bolívar es su símbolo e inspiración. También encontramos en el vecindario suramericano, “Congresos bolivarianos por los pueblos” y una “Coordinadora Continental Bolivariana”, esta última una fachada político-ideológica fariana, que ha realizado congresos con la participación de indígenas colombianos en Caracas y Quito, lo cual quedó en evidencia en los computadores de Raúl Reyes, pruebas irrebatibles avaladas por la INTERPOL, que inexplicablemente la Corte Suprema de Justicia colombiana desestimó con argumentos legalistas insensatos, favoreciendo a los malos y cuestionando a la Fuerza Pública que en una operación heroica y decidida cumplió su misión constitucional de manera impecable.

Así las cosas, ahora que observamos hace apenas unos días como precisamente quienes se autocalifican como bolivarianos, provocan a los indígenas en el Cauca incitándolos a rebelarse contra el Estado y sus instituciones legítimamente constituidas; entendemos perfectamente que el legado de Simón Bolívar, el verdadero, se ha desdibujado de tal forma, que ante cualquier ciudadano desprevenido y mal informado el término bolivarismo o bolivariano (a), es equivalente a cuestiones relacionadas con el cartel criminal de las FARC y sus estructuras propagandísticas. Bien lo dijo el periodista colombiano Eduardo Mackenzie en su libro “Las FARC, fracaso de un terrorismo”(1): “Es la vieja artimaña bolchevique, resucitada ahora: elegir un concepto positivo, vaciarlo de su sentido para mudarlo en propaganda”


Por otra parte, y siguiendo con el tema de los desafueros de esta minoría étnica en el Cauca, la Constitución Política de 1991 les otorgó una jurisdicción especial a los indígenas colombianos; en tal sentido, es su deber respetar el Estado Social de Derecho, con sus leyes y autoridades, y por ende evitar las estratagemas del terrorismo y sus aliados. De manera expresa en el artículo 246, la Carta Magna protege sus territorios, pero también les dice que no pueden ir en contra de las leyes: “Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución y leyes de la República”.  ¡Qué paradoja!, justamente  el mismo día que se cumplían 229 años del nacimiento de Bolívar, inspirador de  “movimientos de resistencia y revoluciones” tan pregonados por éstos días; la policía en Pereira, ciudad colombiana; capturaba a alias  “Fabián” o “el enano”, un indígena perteneciente al frente 47 de las FARC, que militó por 18 años en este grupo delictivo y quien al momento de su aprehensión pertenecía a la guardia indígena de un resguardo en el departamento de Caldas y paralelamente adelantaba tareas de reclutamiento a jóvenes de esta región del país. La problemática indígena del Cauca no solo requiere de un buen plan militar, también es necesaria una mentalidad empresarial por parte del Gobierno Nacional, que contemple ideas complejas, decisiones concretas y actuaciones simples, como rezan los postulados del pensamiento estratégico. Creatividad, firmeza y sencillez para lograr éste propósito, son la clave.


Las FARC, el fracaso de un terrorismo.2007. pág. 549

Credito
Qhubo

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