Un pésimo negocio

.

El viernes pasado se realizó en la Universidad de Ibagué el foro ‘Perspectivas económicas de Ibagué y el Tolima’, en el que renombrados panelistas como Ana María Ibáñez, decana de la facultad de economía de la Universidad de los Andes; Silverio Gómez, presidente de la Cámara de Comercio de Ibagué, y Guillermo Botero, presidente de Fenalco, hicieron un análisis del presente y futuro de la economía tolimense.

Aunque los análisis de estos expertos en materia económica fueron interesantes, al final de la jornada quedó un sinsabor entre muchos de los asistentes como producto de las intervenciones de Botero y Gómez, especialmente de este último, quien a lo largo de su exposición se mostró muy convencido de que la minería podría constituirse en una fuerte impulsora de crecimiento económico en el Tolima. Al respecto, más allá de las pasiones que el tema pueda despertar, y de las duras críticas hacia este empresario por su postura prominera, vale la pena hacerse algunas preguntas para ver hasta qué punto la explotación de la mina La Colosa podría significar una “esperanza” para la economía del Tolima.

¿Impulsará la generación de empleo? La respuesta es NO. Aunque la minería es una actividad intensiva en capital, la tecnología utilizada en la misma no requiere de grandes cantidades de mano de obra. Incluso, las cifras presentadas por la doctora Ibáñez dejaron claro que la explotación de minas y canteras en Ibagué y las cabeceras municipales no supera el 0.5 por ciento del total de empleos generados, lo que, sin duda, indica que la minería no es un fuerte generador de empleo.

¿Dejará grandes dividendos a la región? La respuesta también es NO. La mayoría de recursos económicos que dejará este proyecto iría a parar a las arcas de la Nación. Mis cálculos señalan que como territorios productores, el departamento del Tolima y el municipio de Cajamarca, recibirían por regalías directas alrededor de 29 mil 30 millones de pesos bianuales (a precios de octubre 2013). Al comparar esto con la asignación de regalías directas del departamento del Tolima y el municipio de Cajamarca para el periodo 2013 - 2014 (52 mil 716 millones de pesos), representaría un incremento de apenas un 55 por ciento de regalías directas para los años en los que se desarrolle el proyecto.

¿Dinamizaría la economía local? La respuesta sigue siendo NO. Aunque la multinacional AGA invierta recursos en algunos proyectos productivos de pobladores locales, o sus trabajadores demanden algunos servicios de hotelería, transporte, etc., esto no es significativo como para creer que de esta forma se impulsará en forma considerable la economía local. Incluso, por la naturaleza especializada de esta actividad, y por economía de escala, es altamente probable que las transacciones importantes del proyecto se realicen con proveedores foráneos.

En conclusión, a pesar que para estos distinguidos dirigentes gremiales La Colosa signifique una oportunidad de oro para el crecimiento económico del Tolima, sigo creyendo que este proyecto solamente sería un “negociazo” para el Gobierno nacional, las multinacionales, y las elites que se benefician de esa política extractivista. Mientras que para los tolimenses, no sería más que un pésimo negocio, quizá el peor de la historia, porque además de quedarnos con la tajada más pequeña de la torta económica, tendríamos que pagar eternamente el inconmensurable costo social y ambiental que representaría la ejecución de dicho proyecto.

Credito
CESAR PICÓN

Comentarios